El debate sobre el conflicto armado en Donbass ha vuelto a la agenda en las últimas semanas. Muchas personas se han preocupado por la posibilidad de que en el futuro cercano pueda comenzar una guerra abierta. Había buenos motivos para pensar que Ucrania estaba preparando alguna provocación para iniciar una nueva ronda de guerra. La reanudación de bombardeos con armamento pesado, la retórica militarista desde varias plataformas, la presión contra los políticos prorrusos en Ucrania y la purga del espacio informativo indicaban que Kiev se preparaba para algo a gran escala.
Había una cosa que estaba clara: el Ejército Ucraniano se ha estado preparando para la guerra. Cada día han aparecido vídeos en las redes sociales que muestran el equipamiento militar ucranianos en los trenes que lo llevan al este. Inicialmente, esos vídeos se grababan por la noche, pero ahora ya se han capturado imágenes en pleno día. Por supuesto, inmediatamente han sido publicadas en la prensa, las redes sociales y los canales de Telegram. La audiencia comenzó a discutir mensajes alarmistas de Kiev. Pero había algo falso al respecto. En algún momento, ha quedado claro que lo hacían de forma intencionada. La ostentación de la interpretación era demasiado evidente. No es lo más adecuado transportar equipamiento a la vista de toda la población si realmente te estás preparando para la guerra. Empeoramientos anteriores han ocurrido con el uso de armamento prohibido que aparecía en el frente “sin ser visto”. Nadie lo capturó con sus teléfonos móviles ni publicó imágenes en Instagram mostrando cómo el Ejército Ucraniano recibía la nueva artillería que, según la OSCE, estaba situada lejos del frente.
Como saben, antes o después las cosas quedan claras. Muchos expertos han expresado la opinión de que el empeoramiento era necesario para tensar la cuerda en las próximas negociaciones. Ha resultado ser así. El jefe de la Oficina del Presidente, Andriy Ermak, ha declarado que Kiev, París y Berlín han preparado una propuesta para Moscú en relación con la resolución del conflicto en Donbass. Las declaraciones de Ermak han llamado la atención. Explican muchos de los actos de los últimos días, incluido el ostentoso transporte de equipamiento en trenes de carga. El jefe de la Oficina del Presidente ha afirmado que, si Rusia rechaza esta “hoja de ruta”, significará que Moscú “ha elegido la guerra”. De hecho, es la parte ucraniana, junto a sus socios occidentales, la que no deja opción al Kremlin. Es una forma de chantaje. Un chantaje de verdad. Además, las Fuerzas Armadas de Ucrania están ya mostrando músculo en público, dejando claro que su ejército está preparado para empezar a bombardear barrios de la RPD/RPL otra vez, pero culparán públicamente a Moscú por ello.
El canal de Telegram Legitimny, conocido por publicar información de fuentes de las más altas esferas del gobierno ucraniano, afirmó que el anuncio de los primeros detalles de las negociaciones no ha sido accidental. Se ha hecho para culpar a Moscú del fracaso de este futuro “plan de paz”. “Nuestra Fuente explica que se ha hecho público este mensaje por un motivo, ya que se estaba hablando en la sombra y la Oficina del Preisdente necesitaba ser la primera en anunciar nuestra iniciativa para que, si la Federación Rusa no acepta esta hoja de ruta unilateral, decir que han elegido la guerra. Ermak ha dejado al Kremlin sin elección”.
¿Por qué ha dejado Ermak sin elección al Kremlin? ¿No es esto chantaje? ¿Saben quién hace estas cosas? Los terroristas. Apuntan sus armas a las víctimas y exigen que actúen según sus órdenes y si la otra parte se niega a seguir las condiciones establecidas, los rehenes serán asesinados. En la distorsionada mente de los criminales, la culpa no sería suya sino de quien se ha negado a seguir el chantaje. Nadie ha hecho públicos los detalles, simplemente se ha dicho que habrá un nuevo documento que sigue el espíritu de los acuerdos de Minsk y que no los contradice. Teniendo en cuenta que Ucrania tiene su forma de interpretar cada uno de los puntos de Minsk-2, se pueden imaginar qué habrán inventado los políticos ucranianos y europeos.
En el momento de escribir estas líneas, las Repúblicas de Donbass solo han respondido con dura retórica. Si antes el líder de la RPD, Denis Pushilin, no había comentado la situación militar e incluso durante su “Línea Directa” solo mencionó la batalla brevemente, ahora realiza grandes declaraciones ante la prensa local, acude al frente y aparece en directo en los canales federales rusos.
Por su parte, la Duma rusa también ha dejado claro que Donbass no se quedará solo a merced del Ejército Ucraniano. Y Dmitry Peskov, secretario de prensa del presidente ruso, afirmó que Rusia no tiene constancia de la existencia de ningún nuevo plan. “La preparación para una reunión de Vladimir Putin con los participantes del Formato Normandía pasa por la implementación de los acuerdos alcanzados previamente, es decir, los acuerdos de Minsk sobre Donbass y los resultados de la cumbre de París con Zelensky en diciembre de 2019”, insistió el oficial. Pero todo esto no son más que elementos de las negociaciones. Ucrania ha movido ficha en su juego. Ahora todo dependerá en la postura que tome Rusia.