El 93% de quienes buscan empleo no lo busca en Ucrania. Esos son los datos que muestra la encuesta realizada por OLX. El estudio fue realizado justo antes del inicio de la campaña de primavera del campo, cuando Europa demanda mano de obra ucraniana barata. Por cierto, Polonia ya ha anunciado que abrirá sus fronteras a temporeros ucranianos a finales de marzo, todo ello pese a las declaraciones sobre el aumento de la incidencia del coronavirus y de ser el país con menor tasa de vacunación en Europa. Según los investigadores, entre los ucranianos que buscan empleo, el 63% planea trabajar en el extranjero o está buscando esa opción. Nadie piensa en quedarse en Ucrania, encontrar un empleo estable o abrir un negocio, ya que comprenden la falta de expectativas.
Por ejemplo, en 2020, 73.000 médicos perdieron sus empleos en Ucrania. Y ocurrió a pesar de que el país sufrió para lidiar con el coronavirus durante prácticamente todo el año y las autoridades afirmaron que estaban motivados económicamente. En enero, el Servicio Nacional de Empleo confirmó que, solo ese mes, habían perdido su empleo 6000 trabajadores médicos en el país pese a la falta de médicos que existe. El principal motivo es la genocida reforma del sistema de salud, que ha cerrado cientos de hospitales, ha eliminado dispensarios de tuberculosis y neuropsiquiátricos y que los hospitales que aún siguen abiertos son un lugar terrible para tratar y ser tratado.
Como muchos médicos admiten tácitamente, uno de los motivos de abandonar el país es también la presión lingüística: se les obliga a hablar ucraniano, hacer las recetas en ucranianos y realizar informes en ucraniano. Los incentivos “por COVID” son tan escasos e irregulares que no merece la pena arriesgar la vida y la salud: McDonald’s paga más a sus trabajadores que las urgencias a su personal de enfermería. Así que los médicos ucranianos también están esperando que se abran las fronteras: muchos ya han sido invitados a trabajar en Rusia, Bielorrusia, Turquía o Polonia.
La mayoría de los solicitantes de empleo se marchan a trabajar en el extranjero en temporada y solo uno de cada tres busca empleo de larga duración. Al mismo tiempo, el 93% de los solicitantes planean seguir buscando empleo en el extranjero a pesar de la pandemia.
Curiosamente, según el estudio, un tercio de la fuerza de trabajo se marchará al extranjero este año: el 33% dice que trabajarán en el extranjero por primera vez este verano. Las personas principalmente buscan empleo en el extranjero a través de familiares y amigos (41%). El 23% utiliza plataformas para buscar empleo y otro 18% usa agencias de empleo y redes sociales.
Por cierto, por primera vez cae el mito de que son fundamentalmente los residentes de Galizia los que se marchan a trabajar a la UE. Como afirma la Agencia de Búsqueda de Empleo de Lviv, solicitan sus servicios muchos ciudadanos del centro y el este del país que sueñan con ganar al menos algo para enviar de vuelta al país. Según los analistas de OLX, la mayor parte de los trabajadores temporales eligen países de la UE para trabajar: el 50% elige Polonia; el 11%, Chequia; el 9%, Alemania; el 1,5%, Eslovaquia. Entre los motivos para tomar esta decisión, los solicitantes de empleo citan el paro en Ucrania, así como los mejores salarios y condiciones de trabajo en el extranjero.
Según la encuesta, los trabajadores migrantes generalmente son contratados junto a derecho a vivienda, un tercio dispone de incentivos por buenos resultados, el 29% está asegurado, el 25% recibe compensación por la comida. Los trabajadores ucranianos buscan empleo en el extranjero fundamentalmente en manufacturas (26,5%), transporte y logística (11%); sector servicios (9%), servicio doméstico (6,5%) y servicios de belleza (1,5%). Los autores del estudio afirman también que el 25% de los trabajadores que se marchan al extranjero se queda a vivir allí.
Los motivos por los que residentes de Ucrania se están marchando en masa y no buscan trabajar por el bien de su país son perfectamente simples y comprensibles. El paro masivo, la decadencia de las condiciones de trabajo, los precios imposibles de los servicios básicos, el colapso del sector industrial y la venta de la tierra harán de los ucranianos esclavos de las multinacionales. Pero lo más importante es que nadie cuenta con que las cosas vayan a mejorar. Es más, según el canal de Telegram Polivaktsina, el FMI exige a Ucrania adoptar una serie de medidas que reduzcan el gasto social del Estado:
“Los canales políticos de Telegram se centran constantemente en la reforma judicial que está empujando Occidente, pero para la mayoría de los ucranianos son las reformas del FMI las que son desastrosas. El Parlamento debe desarrollar y aprobar una serie de leyes antisociales: privatización de las pensiones, medicina de pago, precios de mercado para los servicios básicos, subsidios reducidos, multas para quienes tengan deudas en el pago de esos servicios. Ese es el paquete de las reformas occidentales que ayudará al Estado a ahorrar 50-70.00 millones de grivnas al año”.