En la ciudad de Bristol, cientos de manifestantes han protestado esta semana contra un proyecto de la ley de seguridad —actualmente analizado por el Parlamento— que daría más poderes a la Policía para impedir protestas callejeras.
Estas marchas han desembocado en la dispersión violenta y enfrentamientos entre manifestantes y policías. Algunas personas han acusado a los agentes de una respuesta agresiva, mientras que la Policía de Bristol ha informado que arrestó a 10 personas el sábado.
“Esperamos que los recientes acontecimientos en Bristol, el Reino Unido, que condujeron a la severa represión de la policía contra los manifestantes, no se oculten a los ojos de los reclamantes de derechos humanos, incluidas las autoridades británicas, y sea investigado seriamente”, ha subrayado este domingo el portavoz del Ministerio iraní de Asuntos Exteriores, Said Jatibzade.
El vocero persa ha puesto de relieve que el Reino Unido ha tenido comentarios intervencionistas sobre el comportamiento de la policía de otros países con los manifestantes, por lo que, ha remarcado, “esta vez es su turno de mostrar cuánto se preocupan realmente por los derechos básicos de su propio pueblo” ante el uso excesivo de la fuerza policial.
Las protestas de Bristol fueron convocadas por las filiales locales del movimiento “Black Lives Matter” (La vida de los negros importa) y del grupo ecologista “Extinction Rebellion” (Rebelión de la Extinción), y otras organizaciones civiles, bajo el lema de “Kill the Bill” (Maten el Proyecto de Ley) por considerar que la propuesta de la Ley atenta contra las libertades civiles y el derecho a manifestarse.
Las conductas de la Policía del Reino Unido se encuentran bajo un escrutinio intenso tras la muerte de Sarah Everard, de 33 años, que desapareció mientras se dirigía a su hogar al salir de la casa de una amiga el 3 de marzo. Un policía en servicio ha sido acusado de su asesinato. Las tensiones aumentaron cuando agentes irrumpieron en una vigilia en homenaje a dicha mujer.
Entretanto, el primer ministro británico, Boris Johnson, ha condenado las manifestaciones y expresado su respaldo a los uniformados.