Tamara Tansykkúzhina, jugadora rusa de damas, se convirtió este lunes por séptima vez en campeona mundial en la final del torneo mundial femenino que se celebró en Varsovia (Polonia) la semana pasada. Sin embargo, se vio allí envuelta en un episodio escandaloso, cuando, durante un partido contra la polaca Natalia Sadowska, uno de los organizadores retiró la bandera de Rusia de la mesa en pleno juego.
A pesar del incidente, Tansykkúzhina afirmó que «todo fue muy benévolo» y que Varsovia resultó ser para ella una tierra «feliz».