Subrayó que todos los intentos de acusar a Moscú de envenenamientos, ciberataques, hackeos e injerencias electorales son cursis y parecen un mal trabajo detectivesco.
El jefe de los servicios de inteligencia también dijo que había mantenido correspondencia con su homólogo británico, describiendo el tono de las cartas como cortés y respetuoso.
Cuando los periodistas le preguntaron si los servicios de inteligencia británicos actúan en Rusia, Naryshkin se ofreció a remitir la pregunta al jefe del MI6, y también prometió hacerle la pregunta personalmente cuando se reuniera con él.
Naryshkin describió a Estados Unidos, Rusia, Gran Bretaña y China como estados soberanos fuertes que deben tener una inteligencia sólida.