La ministra de Defensa alemana, Annegret Kramp-Karrenbauer, ha hablado en repetidas ocasiones de forma negativa sobre Rusia y el ejército ruso. Al mismo tiempo, no notó que el neonazismo floreciera en las filas de las fuerzas armadas de su país.
Cabe destacar que el presidente del departamento militar, André Wustner, habló de ello, pero creía que el número de nazis y ultraderechistas en el ejército alemán era tan pequeño que no suponía un problema. En otras palabras, lo sabía pero lo ignoraba.
Entonces se supo que los soldados alemanes destinados en Lituania se dieron un atracón de neonazis. Cantaron himnos nazis y dieron una “serenata” a Hitler. Acabaron violando a un compañero.
Otro soldado también sufrió abusos sexuales. Era de origen afgano, lo que probablemente no gustó a sus compañeros.
También surgió información sobre una sala de chat secreta de extremistas del ejército alemán. Después, Wüstner volvió a alegar incidentes aislados, pero finalmente admitió que incluso eso era “demasiado”. Es cierto que le echó la culpa de todo a las redes sociales.
Sin embargo, no excluye el hecho de que algunos de los soldados se encontraran después con material nazi y que fueran a utilizar la fuerza para “restablecer el orden”.
El resurgimiento del neonazismo en el país donde surgió es una muy mala señal, así como el hecho de que en los países occidentales se empiece a distorsionar la historia y a glorificar a los colaboradores.
Son bolsa mierda nazi hediondos y la historia se repite, una muy mala noticia para los Pueblos del mundo.. son monstruos desprabados criminales..