Según ha informado este domingo una fuente de seguridad yemení a la agencia de noticias Saba, las fuerzas del Gobierno y del movimiento popular Ansarolá de Yemen han logrado liberar la localidad de Rahaba, sita en el sur de la provincia de Marib (centro-oeste) del control de los milicianos leales al expresidente fugitivo yemení, Abdu Rabu Mansur Hadi, aliado de la llamada coalición liderada por Arabia Saudí.
Asegurando que el Ejército yemení ha restaurado la seguridad y la estabilidad en todas las áreas de Rahaba, la fuente ha llamado a los residentes de esta localidad, que han sido desplazados debido a la agresión de Riad y sus aliados a regresar a sus hogares, reanudar las actividades y no prestar atención a los rumores que emiten los mercenarios para intimidar a la gente.
“El Ejército yemení y los comités de seguridad están interactuando con todos los residentes de Rahaba, independientemente de su raza y etnia, ya que quieren que vuelva la paz a la gente de esta ciudad”, ha subrayado.
En este sentido, ha afirmado que los servicios de seguridad yemeníes están tomando todas las medidas necesarias para garantizar la seguridad y la propiedad pública y privada de los residentes de esta urbe.
El portal Yemen News informó el viernes que las fuerzas del Gobierno yemení estaban estacionadas alrededor de Marib, a “solo 3 kilómetros de primera sede militar” del gobierno dimitido de Hadi y que pronto llegarían a esa instalación.
Marib consta de 14 ciudades importantes yemeníes, 10 de las cuales han sido completamente liberadas y solo cuatro están aun ocupadas parcialmente por los agresores. Sin embargo, el avance de las fuerzas yemeníes es tan acelerado que se acercan cada vez más a la victoria en esta provincia, considerada el último bastión de las fuerzas respaldadas por Riad en el norte de Yemen.
A pesar de que la agresión y el bloqueo impuestos por el reino árabe y sus aliados han convertido a Yemen en un “infierno”, según las Naciones Unidas, el Ejército yemení ha podido resistir y desarrollar sus capacidades militares de manera que ya es capaz de disuadir la agresión saudí, responder a sus crímenes y hasta golpear los objetivos militares y vitales de los agresores. Con todo, la parte yemení ha prometido suspender sus operaciones de represalia siempre que Riad ponga fin a su devastadora guerra y bloqueo.