A punto de cumplir 61 años, la mayor organización de masas del país necesita cada vez más de ese impulso juvenil que puede «mover» los barrios, una inyección de gente con ganas de hacer, con ideas inteligentes y fuera de encasillamientos que logren levantar las comunidades en beneficio de sus habitantes.
Ese es el empeño que alienta a los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), los cuales tratan de renovarse y ser más atractivos a las nuevas generaciones. Así lo expresó a Juventud Rebelde Gerardo Hernández Nordelo, su coordinador nacional, para quien los jóvenes son un pilar fundamental en la construcción de una Cuba más parecida a su gente, en la que todos sientan y tengan espacio para el desarrollo pleno.
Si bien en la creencia popular está que las actividades cederistas solo les interesan a las personas mayores, es cierto que hoy tenemos mucha juventud vinculada a la organización, acotó el también Héroe de la República. «Nos llena de orgullo ver la empatía y la responsabilidad con que los más nuevos lideran grandes procesos, y lo hacen de corazón, porque se sienten protagonistas de un momento decisivo para el país».
Desde los CDR apoyamos las nuevas iniciativas, los deseos de trabajar, la ruptura de esquemas y de maneras de hacer que no son funcionales, explica. Y añade que por ello cada vecino debe concretar acciones en beneficio de sus cuadras, pues nadie puede conocer mejor un barrio que sus propios habitantes, quienes saben realmente dónde están las dificultades.
Precisamente, en este contexto donde imperan las nuevas tecnologías y el uso de las redes sociales, es un escenario donde deben aportar las juventudes, pues ahí también tienen que estar los Comités, y ser reflejo de Cuba. Se trata de mostrar nuestra realidad, sin tergiversaciones ni ideas falsas, contando historias de vida de personas comunes, que son quienes engrandecen la impronta de las comunidades.
Con el ejemplo de los 23 440 jóvenes que hoy conforman los 852 destacamentos juveniles cederistas, es que llamamos a más personas a sumarse a esta noble labor. «Ellos están en la zona roja, en centros de aislamiento, en el cuidado y la atención a personas vulnerables, en donaciones de sangre y en todo a lo que voluntariamente pueden sumarse para contribuir a que el país salga adelante», manifestó Yanelis Tablada Ramírez, miembro del secretariado de los CDR que atiende la esfera ideológica.
Las nuevas generaciones representan, actualmente, el 45 por ciento de la estructura de dirigentes de los CDR y las zonas en el país, pero bien sabemos que estos números pueden crecer en calidad. «Nuestra organización da a la juventud la posibilidad de empoderarse y actuar en los problemas que les afecta directamente, y contribuir a la transformación de sus lugares de residencia», recalca Hernández Nordelo.
Como coincidieron los entrevistados hoy más que nunca son necesarias la unidad de los vecinos y la voluntad para mejorar la convivencia. Ese tiene que seguir siendo el espíritu que anime a una organización fundada por Fidel para defender las conquistas socialistas desde el barrio.
