Manuel Guerra, Secretario General de Patria Roja.— El sindicato de los maestros, el SUTEP, está a punto de cumplir su 50 aniversario. Desde su fundación se constituyó en un gremio de clase, combativo y protagonizó heroicas jornadas en defensa de los derechos de los maestros, involucrándose, asimismo en la lucha democrática con el conjunto de sectores populares que se enfrentaban a la dictadura militar de la década de lo 70 del siglo pasado. Horacio Zevallos fue su primer secretario general y líder más emblemático; junto a él se forjaron un conjunto de dirigentes nacionales y regionales, cuadros y activistas que hicieron de este sindicato uno de los más importantes del país.
Desde el momento de su fundación estuvieron presentes las disputas políticas al interior del gremio. Su propio origen se realizó en lucha abierta contra el amarillaje aprista que se había enquistado en los gremios anteriores. Patria Roja, con fuerte presencia entre el magisterio fue parte de esta corriente renovadora de afirmación clasista que culminó con la fundación del SUTEP. Como tal, sus militantes han obtenido reconocimiento y sido elegidos en las diversas instancias de representación sindical; pero no es el único partido con presencia en el magisterio, ni tiene un control excluyente del gremio. A la luz de la experiencia, hemos comprobado que el controlismo de los sindicatos u organizaciones populares por parte de los partidos es profundamente dañino. En lugar de ello, optamos por la hegemonía que debe conseguirse a través de la justeza de nuestras ideas, el comportamiento ejemplar de nuestros militantes.
Es conocido que la disputa entre Patria Roja y Sendero Luminoso se ha dado desde el siglo pasado en los sectores estudiantiles, de trabajadores, campesinos, barriales y magisteriales. Cuando Sendero optó por el terrorismo pretendió derrotar a Patria Roja a través del miedo, la amenaza, la agresión física, el asesinato de sus militantes. Cuando fue derrotado, capturado su líder, hicieron las paces con Montesinos y Fujimori, hablaron de amnistía, crearon organismos de fachada y decidieron hacerse fuertes en el magisterio, para lo cual necesitaban eliminar al principal obstáculo que tenían ante ellos: Patria Roja. Incapaces de confrontar ideas con ideas, echaron mano a una persistente campaña de mentiras, calumnias, insidias, a la labor corrosiva y divisionista del gremio. Formaron los Conare y la Fenatep y acuñaron el término: “el CEN de Patria Roja”, para oponerse a la legítima representación del gremio magisterial.
EL SUTEP es una organización representativa de los maestros y maestras, no es propiedad de ningún partido; en su seno se mueven diversas corrientes políticas y gran parte del magisterio no está vinculado a ninguna de ellas. Por tanto, no es correcto hablar del “SUTEP de Patria Roja”, ni del “CEN de Patria Roja”, pues remite a una connotación patrimonialista, que no existe, ni debe existir.
Un Partido no puede lesionar el carácter plural, diverso, de frente único, que tienen los gremios. En nuestro caso, la relación partido-gremio se establece a través de los militantes que trabajan en ese sector y que se afilian al sindicato y eventualmente son elegidos en cargos dirigenciales, tal como legítimamente pueden hacerlo los militantes o simpatizantes de otros partidos. Allí se ejerce una conducción dentro de las normas estatutarias del sindicato, cuya finalidad primordial es velar por las conquistas laborales de sus agremiados, por el respeto a su dignidad, su valoración profesional, la calidad educativa, el derecho a que toda la población cuente con una educación universal, gratuita y de calidad.
El sindicato no reemplaza al Partido, ni viceversa. Cada uno tiene sus propios objetivos, formas de organizarse, normas, estatutos y sus propios voceros. Es preciso recalcar esto, porque a raíz de determinadas declaraciones de dirigentes del SUTEP sobre problemas de coyuntura, de inmediato sectores que machacan el sambenito de “Sutep-Patria Roja” han salido a atacar con ferocidad a nuestro Partido. Recordamos que Patria Roja hace uso de sus pronunciamientos oficiales y sus voceros para exponer su posición sobre los diversos aspectos del acontecer nacional e internacional y que las declaraciones que hagan representantes gremiales, son de su responsabilidad y no comprometen al Partido.
