El vocero de la cancillería Saeed Khatibzadeh declaró que su país inició esas conversaciones con una actitud interactiva y flexible, pero ese no fue el caso de la otra parte.
La séptima ronda de conversaciones de alto nivel entre la república islámica y los signatarios del PIAC se desarrollaron desde el 30 de noviembre al 3 de diciembre, luego de una pausa de cinco meses.
Esas negociaciones contemplaban debates sobre la abolición de medidas opresivas antiiraníes dispuestas por Estados Unidos desde su salida ilegal del pacto en mayo de 2018.
Los representantes iraníes presentaron dos borradores que versaban sobre la eliminación de las sanciones estadounidenses y el regreso de la nación de los persas a sus compromisos bajo el acuerdo nuclear.
Las misiones de Reino Unido, Francia, Rusia, China y Alemania solicitaron consultar con sus respectivas autoridades superiores el contenido de los textos iraníes.
Mientras tanto, Estados Unidos culpó a Irán por esa pausa y amenazó con acudir a otras opciones si fracasa el diálogo.
Al respecto, Khatibzadeh expresó que Washington no está en posición de emitir tales comentarios y en vez de tratar de eludir responsabilidad, debía volver al camino más fácil, honrar sus obligaciones en virtud de lo sellado en 2015, puntualizó.