Ante la creciente expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el este de Rusia, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, enfatizó en que su país eliminará de manera unilateral las amenazas a su seguridad, si EE.UU. y la Alianza Atlántica no conceden, en un plazo razonable de tiempo, las solicitadas garantías que exige el Kremlin.
El jefe de la Diplomacia rusa añadió que debido a sistemáticos incumplimientos de los compromisos políticos por su parte, Moscú solo se conformará con garantías jurídicas y vinculantes por escrito.
El canciller ruso, asimismo, subrayó que para Moscú es extremadamente importante la participación de Estados Unidos y todos los miembros de la Alianza Atlántica en las negociaciones, que podrían conducir a nuevos acuerdos sobre control de armamento convencional.
Las nuevas advertencias de Moscú se dieron a conocer tras una conversación telefónica entre los presidentes de Rusia y de Estados Unidos, Vladímir Putin y Joe Biden, respectivamente. Ambos intercambiaron advertencias en caso de una escalada en Ucrania.
Moscú denunció que la guerra en Ucrania está lejos de terminar debido a la reticencia de Kiev a arreglar el conflicto, al apoyo de la Alianza a sus aspiraciones militaristas y la cruzada de Ucrania contra su propia gente.