Telva Mieres.— Todos los meses de enero vienen cargados de ofertas, liquidaciones, rebajas, saldos y grandes descuentos. En esta ocasión, el gobierno de coalición no se queda atrás y se lleva la palma en esto de los abaratamientos y en aquello de dónde dije digo, digo Diego…
A la «Señá» Ministra le hacía mucha “ilu” meterle mano a la Reforma Laboral pero se nos ha echado el tiempo encima. Bruselas está metiendo prisas que para eso nos han dado 70.000 millones de euros y la compañera Yolanda, presa de un ataque de celeridad, se vio obligada a anunciar atropelladamente que hay dificultades técnicas y no podrá ser una reforma laboral a lo bestia, como se presagiaba sino que se harán pequeñas revisiones para que el demonio no se ría de la mentira..
Es tiempo de rebajas y hay que dar facilidades a la clientela, así que para satisfacer a la patronal se concede a las empresas la posibilidad de continuar con carta blanca para hacer EREs sin necesidad de que inspección de trabajo intervenga ¡Un chollazo!
Pero hay más, por cuatro perras, la flexibilidad es un complemento muy importante, de modo que se ofertan contratos como hasta ahora; por un día, por una semana o por un mes, es decir la temporalidad en la contratación es el último grito. 180 millones de contratos temporales se han firmado en los últimos 10 años…¡Una ganga! Oye, no se puede querer todo… ¡Son rebajas! O regalamos flexibilidad a la empresa o estabilidad a la clase trabajadora y…. ante la disyuntiva, la Ministra… ya se sabe.
Las pensiones también vienen con grandes descuentos… el Gobierno mide la inflación a su conveniencia y maliciosamente habla de subidas equivalentes al IPC, sin embargo esconde que no será el interanual acumulado, sino el IPC medio es decir, que nos quedamos peor que estamos…
Las pensiones mínimas siguen siendo de miseria y la brecha de género se mantiene como si tal cosa. Se ensancha el camino hacia la privatización, hacia el negocio privado. El Gobierno progresista gratificará a quienes contraten seguros de pensiones privados con significativas mejoras fiscales… La ocasión la pintan calva… ¿Cómo renunciar a semejante recompensa?
Y para saldo la nueva ley sanitaria que también viene con trampa y nos promete enormes ventajas. De derogar la 15/97, la que permite privatizar la sanidad, «nasti de plasti». De forma “extraordinaria” se recurrirá a otras formas de gestión, es decir, otra vez la privada, siempre que sea necesario y que los informes lo justifiquen. 10.000 millones de dinero público se fueron a la privada en 2020… ¡Una bicoca!
En el nuevo proyecto no se contempla ninguna actuación en relación a las residencias de mayores, ni más personal, ni más asistencia, ni de coña se piensa en incluirlas en el sistema público de salud. Tampoco se toca a las sociedades (Muface, Mugeju, Isfas) que tiran de dinero público para dar asistencia sanitaria con medios privados… De la atención primaria ni hablamos…
El universo PSOE-UP tira la casa por la ventana; lo fundamental es que la CEOE, las multinacionales, los banqueros, los ricos y los terratenientes estén contentos. Como no hay manera de conciliar los intereses de los capitalistas con los de la clase trabajadora se arman unos zafarranchos imposibles de acicalar así que donde dijeron reforma, dicen reajuste, donde dijeron cambio, dicen trueque y donde dijeron progreso, dicen retroceso..