La prepotencia y abuso por parte de Israel frente al pueblo palestino, es ya inveterado. Desde diversos ángulos, y a lo largo de la historia, se ha pretendido explicar o justificar la naturaleza del conflicto donde, como resulta obvio, el sacrificado, violentado y masacrado, resulta ser Palestina que, con firmeza y heroísmo, defiende su territorio, su soberanía y, por ende, el derecho a vivir libremente en las tierras que le corresponde y con las cuales exige el derecho a constituir su Estado soberano e independiente.
Causa verdadero repudio que las fuerzas israelitas, abusando de su superioridad militar y con el apoyo de los Estados Unidos, desde mayo del pasado año han reiterado sus cruentos ataques, como aquel aéreo israelí que impactó, por ejemplo, en un edificio en Gaza donde funcionaban las oficinas de la agencia de prensa estadounidense AP y del medio de comunicación Al Jazeera. La nueva escalada del conflicto entre Israel y diversos grupos levantados en armas, se lo hace sin mostrar indicios de un fin inminente de la peor escalada en años y en medio de un creciente número de muertos.
En medio del conflicto, los mediadores internacionales han discutido varias opciones de alto el fuego, sin embargo, cualquier esfuerzo con el cual quieran aparecer, al final resulta inútil debido a la soberbia y prepotencia del sionismo israelita que se sustenta en el respaldo abierto de los Estados Unidos y donde, por desgracia, la comunidad internacional casi solamente se ha dedicado a mirar, quizá con absorto, lo que es una verdadera masacre contra Palestina
Diversos grupos levantados en armas se han proclamado auténticos defensores de los derechos de los palestinos, no solo en Gaza sino también en la ocupada Cisjordania, incluido Jerusalén. Frente a aquello, Israel no ha vacilado en pretender demostrar a su población que ha provocado un daño grave en la infraestructura de los rebeldes. Una frase muy utilizada es la de «restaurar la disuasión», eso significa demostrar a sus enemigos que atacar a Israel tan solo provocará mayor dolor y sufrimiento.
Los pueblos libérrimos del mundo tenemos que decir: ¡alto a las agresiones israelitas contra Palestina! Respaldo a la constitución de un Estado Palestino, soberano e independiente.