El portavoz de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov, comentó este jueves las llamadas a una desescalada por parte de la OTAN.
«Oímos declaraciones de la OTAN de que se expandirá aún más. Oímos declaraciones de representantes estadounidenses que invitan a la OTAN a nuevos países; me refiero a Finlandia, a Suecia. Oímos declaraciones de algunos países de la OTAN que exigen aumentar el número de contingentes en su territorio; me refiero a algunos de los Estados bálticos», dijo el vocero.
«¿Qué necesitamos para desescalar en este contexto?», preguntó.
«Es decir, si la OTAN quiere dictarnos cómo y dónde mover nuestras fuerzas armadas en territorio ruso, esto es casi imposible. Estamos hablando del territorio ruso: Rusia no mueve sus fuerzas armadas por el territorio de otros Estados», continuó, y resaltó que «este es un punto muy fundamental».
Comentando las negociaciones sobre las garantías de seguridad, cuya segunda ronda concluyó este miércoles en Bruselas en el formato Consejo Rusia-OTAN, el portavoz indicó que no dio resultados positivos.
«Las conversaciones se iniciaron para obtener respuestas concretas a las cuestiones de principio específicas. Hay desacuerdos sobre estas cuestiones de principio. Esto es malo», dijo Peskov.
Negociaciones sobre las garantías de seguridad
Un plan tripartito de reuniones fue acordado en diciembre por los presidentes de Rusia y EE.UU., Vladímir Putin y Joe Biden. La postura rusa sobre los asuntos de seguridad fue presentada el pasado 17 de diciembre, cuando Moscú publicó dos propuestas de acuerdos que quiere alcanzar con EE.UU. y la OTAN. Sus puntos clave son las garantías mutuas de seguridad en Europa, así como la no expansión de la alianza hacia el este.
Este lunes tuvieron lugar negociaciones de las delegaciones rusa y estadounidense en Ginebra (Suiza). En ellas, el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Riabkov, resumió así las reclamaciones de Moscú: «Explicamos por qué es un imperativo absoluto obtener garantías legales de la no expansión de la OTAN, por qué es imperativo que obtengamos garantías legales contra el despliegue cerca de las fronteras rusas de fuerzas de ataque que podrían alcanzar objetivos en nuestro territorio, y por qué planteamos la cuestión de que la OTAN abandone en gran medida el desarrollo material de los territorios de los Estados que ingresaron en la OTAN después de 1997».
El miércoles, tras la reunión en Bruselas, tanto el secretario general de la alianza atlántica, Jens Stoltenberg, como el viceministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Alexánder Grushkó, confirmaron dicrepancias acerca de las cuestiones planteadas. «Si la OTAN pasa a la política de disuasión, por nuestra parte habrá una política de contradisuasión. Si hay intimidación, habrá contraintimidación. Si se trata de una búsqueda de vulnerabilidades en el sistema de defensa ruso, también habrá una búsqueda de vulnerabilidades en la OTAN. No es nuestra elección, pero no habrá otro camino si no logramos […] cambiar hoy el peligroso curso de acontecimientos», dijo Grushkó.
La última ronda de negociaciones está programada para este jueves y se realizará en Viena en el marco de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE).