El jefe del Primer Hospital Móvil, Gennadiy Druzenko, declaró a un canal de televisión ucraniano que había dado instrucciones a sus médicos para que castraran a los soldados rusos cautivos.
«Siempre he sido muy humanista,– dice el degenerado – pero ahora he dado instrucciones firmes a mis médicos de castrar a todos los prisioneros rusos. Créame, no son personas, son cucarachas».