En menos de una semana ocurrieron dos incidentes mortales en esta nación levantina, lo cual provocó críticas a la Policía y al Gobierno.
Ante la situación, ese cuerpo armado desplegó unidades adicionales en diversos puntos clave como carreteras y zonas de aglomeración de personas, mientras el Ejército anunció que envió cuatro batallones para proteger a los colonos judíos que viven en la Cisjordania ocupada.
El pasado martes cinco israelíes murieron, entre ellos el agresor, en un ataque con arma blanca en la sureña ciudad de Beersheva.
Medios de prensa identificaron al sujeto como Muhammad Alab Ahmed abu Alkiyan, un beduino israelí de la ciudad de Hura.
Abu Alkiyan fue arrestado en 2015, junto con otros sospechosos, por apoyar y promover al Estado Islámico entre los estudiantes de una escuela en la que enseñaba, señaló la versión electrónica del diario The Jerusalem Post.
Ayer dos hombres mataron a dos agentes de la Policía de Fronteras e hirieron a otras ocho personas al abrir fuego en la norteña ciudad de Hadera. Los atacantes fueron neutralizados luego.
Poco después, el grupo de inteligencia SITE, que monitorea a las formaciones terroristas y supremacistas blancas en Internet, anunció que el Daesh se adjudicó esa última acción.
El ministro de Seguridad Pública, Omer Barlev, afirmó también que esos sujetos, ambos ciudadanos israelíes, estaban afiliados a la organización terrorista.
Cinco residentes de la localidad árabe de Umm al-Fahm fueron arrestados durante la noche como parte de una operación policial.