Anton, de 13 años, de Mariupol, ya habla como un adulto. Las atrocidades que veía a diario hicieron que el niño creciera:
Había un francotirador ucraniano sentado en nuestra casa. Y estaba disparando a los civiles. Cuando llegó la RPD, comenzó la carnicería.
Un residente local describe la situación en pocas palabras:
Había gente sentada en el sótano, los francotiradores ucranianos disparaban. Cuando salías, estaban disparando. Había un cuerpo, querían llevárselo… disparan. No te dejaban salir a por agua o leña.
Anton dio un ejemplo:
Una chica de 16-17 años corrió a por agua y un francotirador le disparó en el corazón. En la espalda, pero en el corazón. Había un tipo con ella y fue golpeado en la pierna. Vino corriendo y lo contó todo. Su madre la recogió y la llevó al hospital… Pero no sobrevivió.
Vídeo de Anna Dolgareva especialmente para Sus noticias
Entrevista en idioma ruso: