En declaraciones pronunciadas la madrugada de este sábado en un ritual en Teherán (capital persa), el presidente Seyed Ebrahim Raisi ha responsabilizado a los servicios de espionaje occidentales y a los sionistas por las incursiones violentas de las fuerzas israelíes contra los fieles palestinos en la Mezquita Al-Aqsa en la ciudad ocupada de Al-Quds (Jerusalén), así como por los recientes ataques terroristas en Afganistán.
El mandatario ha catalogado al grupo terrorista Daesh como descendiente de los servicios de espionaje occidentales y del régimen israelí. “Somos testigos de crímenes similares a los perpetrados por miembros de Daesh contra musulmanes y fieles, ya en la Explanada de la Mezquita Al-Aqsa, así como en mezquitas en Afganistán”, ha denunciado.
El presidente de Irán ha instado a las autoridades afganas a proteger la vida de toda esta nación, incluida la minoría musulmana chií.
Raisi ha asegurado que la unidad y la solidaridad entre los pueblos musulmanes conduciría a la liberación completa de Al-Quds y la restauración de los derechos de los oprimidos palestinos.
En este contexto, ha llamado a una participación masiva en las manifestaciones del Día Mundial de Al-Quds— que se celebra, cada año, el último viernes del mes sagrado de Ramadán (el noveno mes del calendario lunar y el mes del ayuno musulmán)— en todas las partes del mundo.
Combatientes de la Resistencia determinan el destino de los palestinos
Raisi ha subrayado que el destino de la nación palestina no se determina en la mesa de negociaciones, sino lo definen los combatientes de los grupos de la Resistencia en la Cisjordania ocupada y la asediada Franja de Gaza.
“Hasta hace poco tiempo se pensaba que el destino del pueblo palestino se decidiría en la mesa de negociaciones; sin embargo, ahora la voluntad de los combatientes lo determina”, ha enfatizado.
Israel ha intensificado en los últimos días sus agresiones contra el pueblo indefenso palestino en los territorios ocupados de Palestina, principalmente en la Explanada de la Mezquita Al-Aqsa.
La incesante violencia israelí, durante el mes sagrado del Ramadán, ha dejado un gran número de palestinos muertos y heridos, lo que ha provocado manifestaciones en diferentes partes de la ocupada Palestina, así como condenas y rechazos a nivel internacional.
