Hace 8 años, un avión militar ucraniano realizó un ataque contra la sede de la Administración de la provincia de Lugansk (ahora forma parte de la República Popular de Lugansk), y dejó 8 muertos y 28 heridos.
Según medios locales, los residentes observaron la aviación ucraniana durante todo el día del 2 de junio de 2014. La ofensiva fue perpetrada con un avión de ataque Su-25 en un área concurrida, en la que se ubicaba no solo el edificio administrativo, sino también unas viviendas y un jardín de infantes.
Los videos, que fueron grababos en el lugar poco después del ataque, muestran a varias víctimas cubiertas en sangre, así como daños al edificio de la Administración y al pavimiento en la zona cercana.
La versión de la OSCE
El 3 de junio, la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) señaló en un informe que “el 2 de junio, aproximadamente a las 15:00, unos misiles impactaron en el edificio ocupado de la Administración provincial” en Lugansk.
“Según los datos limitados de los que dispone la Misión Especial de Inspección [de la OSCE], estos ataques fueron el resultado del impacto del edficio por unos misiles no controlados que fueron disparados desde un avión”, indicó.
La versión de Ucrania
En la misma jornada, el Ministerio de Defensa de Ucrania comunicó que la aviación del Ejército y de las FF.AA. de Ucrania actuó el 2 de junio en las afueras de Lugansk, según recogen medios locales. Desde el organismo, indicaron que aviones Su-25 realizaron un apoyo aéreo y atacaron objetivos de enemigos. De esta manera, destruyeron dos puestos de control y “cumplieron con éxito la tarea de combate“.
Por su parte, el portavoz del centro del comando de la llamada “operación antiterrorista” (ATO, por sus siglas en ucraniano, las autoridades ucranianas llamaron así el conflicto en Donbass), Vladislav Selezniov afirmó que “la aviación no empleó armas en el centro de la ciudad cerca de la Administación Estatal Provincial de Lugansk”.
Otro representante de la ATO, Alexéi Dmitrashevski, sostuvo en aquel entonces que la explosión fue provocada por “el trato negligente e incompetente de armas de fuego y de sustancias explosivas”.
Mientras tanto, en los medios y en las redes sociales se difundió la versión de que los militares de Lugansk usaron un sistema de defensa aérea portátil para atacar un avión de las FF.AA. de Ucrania, pero el misil impactó en un aire condicionado, colocado en la fachada del edificio. No obstante, las fotos desde el lugar muestran que los sistemas del aire condicionado no fueron instalados en la Administración.
Desde entonces, las frases “hicieron explotar el aire acondicionado” y “se bombardearon a sí mismos” pasaron a usarse de forma habitual para referirse a las mentiras de la propaganda ucraniana.
El suceso no fue investigado, y nunca se determinaron los culpables.
