Serguéi Lavrov llegó el miércoles a Teherán (capital iraní) en una visita de dos días y se reunió con el presidente de Irán, Seyed Ebrahim Raisi. Su visita se realiza por invitación del ministro iraní de Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, y tiene como objetivo expandir los lazos con Irán para hacer frente a las sanciones contra los dos países.
El alto diplomático ruso mantendrá reuniones con autoridades iraníes para abordar el tema nuclear iraní y las conversaciones de Viena, destinadas a reactivar el acuerdo nuclear iraní de 2015—de nombre oficial Plan Integral de Acción Conjunta (PIAC o JCPOA, por sus siglas en inglés)—, así como los últimos acontecimientos en Ucrania, Siria y Afganistán. Además, las partes discutirán el fortalecimiento de la cooperación comercial y energética y la profundización de las relaciones con países de la región euroasiática y el Cáucaso.
Esta es la primera visita del ministro ruso durante la Administración de Raisi. Su viaje se realiza mientras los países occidentales buscan sin éxito aislar a Rusia por la operación militar que ha lanzado desde el pasado 24 de febrero en Ucrania.
De hecho, Irán ha anunciado su disposición a ayudar a Moscú a eludir las sanciones occidentales en medio de los crecientes esfuerzos occidentales para cortar los lazos de Rusia con los mercados mundiales.
Irán y Rusia, ambos blancos de los embargos estadounidenses, se han caracterizado por una sensible mejora de sus lazos bilaterales, fomentada por una visión común sobre temas económicos, militares, nucleares, con fines pacíficos.
El pasado mes de mayo, una delegación encabezada por el viceprimer ministro ruso, Alexander Novak, también viajó a Teherán, para expandir las cooperaciones bilaterales con el país persa. Durante su visita, las partes firmaron tres acuerdos en el sector de los petroquímicos con el objetivo de aumentar el comercio bilateral entre los países.
