El viernes, se enviaron paquetes de alimentos conformados por harina, aceite, arroz y azúcar a las personas desplazadas en Balkhab. La ayuda humanitaria primero se enviará a Kabul, la capital de Afganistán, y luego se transferirá a Balkhab.
El embajador adjunto de la República Islámica de Irán ante Kabul (capital afgana), Hasan Mortazavi, ya había anunciado que el país persa tenía la intención de enviar suministros alimenticios a 500 familias en la zona.
En las últimas semanas, miles de personas han tenido que desplazarse, tras los recientes enfrentamientos entre los talibanes y los lugareños en el distrito de Balkhab por el control de cinco minas de carbón operativas en la región, así como de una de las reservas de cobre más grandes del mundo.
En un informe publicado el miércoles, la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) dijo que al menos 27 000 personas han sido desplazadas, luego de pugnas en el distrito de Balkhab.
Desde el pasado mes de agosto, cuando los talibanes tomaron el poder en Afganistán, el país se enfrenta a sanciones internacionales y a la congelación de fondos. De hecho, Estados Unidos se niega a liberar siete mil millones de fondos afganos, mientras el país sufre las secuelas de la guerra y de un potente terremoto.
Los recursos de Balkhab pueden proporcionar parte del dinero que necesitan los talibanes para gobernar el país. Mientras tanto, los habitantes de la zona intentan quedarse con las riquezas del distrito, por lo que se ha producido enfrentamientos.
Por su parte, el representante especial de Irán para Afganistán, Hasan Kazemi Qomi, advirtió a finales del mes pasado que los enfrentamientos en el distrito de Balkhab son parte de un complot estadounidense destinado a avivar las llamas de la disputa entre grupos étnicos. Mediante un mensaje emitido en la red social Twitter, Kazemi Qomi dijo que Estados Unidos tiene como objetivo causar el caos en Afganistán como parte de una “sedición estadounidense preliminar”.