En Argentina, distintas organizaciones sociales, marcharon en diversas ciudades, principalmente en Buenos Aires, la capital, para escenificar el “entierro” del salario mínimo, vital y móvil en Argentina, con coronas de flores, pancartas con el lema “el salario ha muerto” e incluso un ataúd de madera.
Las manifestaciones se realizaron justo en la previa de la reunión entre los representantes de los sindicatos y las empresas para actualizar el salario mínimo.
En Argentina, el ingreso mínimo, establecido por el Gobierno nacional es de unos 334 dólares, mientras, el Instituto Nacional de Estadística y Censos, señala que la canasta básica alimentaria para un hogar de dos adultos y dos menores de edad es al menos 817 dólares.
Según los datos oficiales, los precios en Argentina anotaron una subida interanual del 71 % en julio y acumulan un alza del 46,2 % en los siete primeros meses del año.
Los trabajadores aseguran que seguirán marchando en la calle para pedir un salario mínimo más digno.
El número de protestas sociales ha ido en aumento en los últimos meses en Argentina, un país que atraviesa una frágil situación económica y financiera. Los analistas de mercado, consultados por el Banco Central de la República Argentina, proyectaron una inflación anual del 90 % para diciembre del 2022.