El 7 de septiembre el presidente ruso, Vladímir Putin, declaró en el Foro Económico Oriental que Rusia actuará de conformidad con sus propios intereses respecto a la restricción de visados por parte de la Unión Europea (UE) y no va a tomar medidas simétricas.
«La idea principal del presidente consistía en que haremos lo que corresponda a nuestros intereses, y no siempre los pasos simétricos se corresponderán. Desde luego, habrá medidas de respuesta al trato ilegal, criminal (…) de nuestras empresas, pero serán racionales y sopesadas», contestó el vocero a la cuestión sobre posible respuesta de Rusia a las restricciones de visado y otras.
Rusia, continuó, está interesado en las inversiones en el país y en los turistas incluso si llegan de los países considerados por Moscú como hostiles.
«La gente debe ver nuestro país, debe comprender que la información que ve en sus países respecto al nuestro es una mentira, pero es posible explicárselo solo al invitarla aquí», agregó.
Sin embargo, subrayó Peskov, Moscú responderá de manera simétrica a las acciones «inadecuadas» hacia sus diplomáticos basándose en el principio de reciprocidad.
Al comentar las nuevas decisiones europeas sobre las restricciones de visados para los rusos, el vocero agregó que en este caso también Moscú partirá del principio de no dañar sus propios intereses.
Este jueves, Polonia, Letonia, Estonia y Lituania decidieron imponer, de manera conjunta, restricciones temporales a los viajes de los ciudadanos de Rusia a sus territorios.
En una reunión informal celebrada en la capital checa, Praga, el pasado 1 de septiembre, los ministros de Exteriores de la UE acordaron suspender el acuerdo de facilitación de visados para los ciudadanos rusos, y el pasado martes la Comisión Europea adoptó la propuesta al respecto.
Eso significa que los ciudadanos rusos ya no disfrutarán de un acceso privilegiado a Europa y se enfrentarán a un proceso de solicitud de visado más largo, costoso y difícil.