El máximo responsable judicial de la capital iraní, Ali Salehi, ha anunciado que la Fiscalía puso en libertad este martes a 400 detenidos que habían participado en los actos de violencia callejera en el país durante las recientes protestas provocadas tras la trágica muerte de la joven iraní Mahsa Amini.
Estas personas, ha detallado, habían participado en las protestas vandálicas tras ser engañadas y emocionalmente manipuladas, y han sido puestas en libertad “con la condición de no repetir sus acciones”.
Salehi ha dicho que la Fiscalía ha dividido a los detenidos en distintos grupos teniendo en cuenta el tipo de su conducta delictiva, su colaboración con el enemigo, sus objetivos, y el grado de su culpabilidad y ha hecho los preparativos para poner en libertad a aquellos que cometieron delitos más leves.
Sin embargo, el fiscal general ha asegurado que la Justicia iraní tratará con “determinación y cero tolerancia” ante los alborotadores que atentaron contra la seguridad nacional del país y vulneraron la paz.
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Últimamente, alborotadores, instrumentalizando la muerte de Mahsa Amini, han atentado contra el orden público, provocando disturbios e incendios en lugares públicos y varias mezquitas, además de atacar a las fuerzas de seguridad y dejar destrozos parciales y totales en propiedades públicas y privadas.
Las autoridades iraníes ven las huellas de Estados Unidos, Israel y varios Estados europeos en los recientes actos vandálicos y la violencia callejera en el país y aseguran que actuarán con firmeza ante los que vulneran la seguridad de Irán.
Pese a las plausibles aclaraciones por las autoridades persas sobre las circunstancias en torno a la muerte de la joven, los medios occidentales no dejaron piedra sin remover al recurrir a una campaña de desinformación con la meta final de incitar a la violencia en Irán.
