El Partido Comunista de los Trabajadores de España y los Colectivos de Jóvenes Comunistas de España queremos mostrar nuestra más rotunda condena ante los recientes ataques fascistas en Serbia, en concreto contra nuestros camaradas del Nuevo Partido Comunista de Yugoslavia (NKPJ) y de la Liga de la Juventud Comunista de Yugoslavia (SKOJ). Los ataques consistieron en pintadas anticomunistas y neonazis y diferentes daños materiales en monumentos antifascistas y en la sede del NKPJ y la SKOJ, situada en la ciudad de Belgrado. Estos ataques se enmarcan en una escalada de agresiones fascistas que se está produciendo en los últimos años en Serbia, y que se materializa tanto en ataques a monumentos y sedes de partidos y organizaciones comunistas y antifascistas, como en agresiones a personas y en todo tipo de acciones de intimidación contra los movimientos sociales.
Desde los CJC denunciamos el auge de estos grupos fascistas, que se está dando de la mano de una escalada de propaganda anticomunista, y que está siendo impulsada no solo por los propios fascistas, sino también por numerosas instituciones de la UE, que en los últimos años han estado impulsando un revisionismo histórico que pretende equiparar el comunismo con la barbarie nazi-fascista.
Ante esta realidad, desde el PCTE y los CJC queremos mostrar nuestro más firme apoyo al NKPJ y la SKOJ, y a todos los comunistas que están luchando contra las fuerzas de la reacción en Serbia. Seguimos de cerca el desarrollo del NKPJ y la SKOJ y confiamos en que pronto afrontarán esta situación y conseguirán, pese a todo, fortalecer su organización.
¡Ante el fascismo, ni un paso atrás!
¡No pasarán!
Celebro que los jóvenes comunistas estén alerta en evitar el blanqueamiento del fascismo en Europa, diseñado y empujado desde altas instancias europeas y anglosajonas. El fascismo, el nazismo y las ideologías de extrema derecha en general, fueron bandidas después de la 2ª G.M. como consecuencia de los graves daños infringidos a los pueblos, especialmente europeos (y más allá) y solo la desmemoria (impulsada desde los medios des informativos y los intereses geopolítico de grupos oligárquicos al servicio de intereses perversos), puede consentir que se reagrupen formaciones y grupúsculos que pretenden devolver tales atrocidades a la actualidad. El intento de fascistización de las oligarquías hegemónica no puede continuar, la pesadilla que representan estos terroristas debe ser repudiada por la clase trabajadora formada y organizada.
Contra el fascismo, alerta solidaria!!