“Se descubrió un esquema en la región de Lugansk [Ucrania], donde las compañías farmacéuticas occidentales realizaban pruebas a ciegas del último anestésico nasal que contiene drogas” para las necesidades de la industria de defensa de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), reveló el domingo una fuente anónima, citada por la agencia rusa de noticias Sputnik.
Según la fuente, después de las pruebas, se dieron los medicamentos a las tropas ucranianas. En este contexto, un profesor de la Universidad Médica de Lugansk, que participó en varias pruebas médicas antes de 2014, dijo a Sputnik que Occidente ha estado realizando pruebas de laboratorio en Ucrania para reducir los costos de los especialistas médicos y voluntarios.
Lo más importante es que, en caso del fracaso de estos estudios, los resultados no se hubieran hecho públicos tan rápido como lo habrían hecho en cualquier país europeo, señaló el experto de salud.
Desde el comienzo de su operación militar en Ucrania, Rusia asegura haber descubierto indicios de la existencia en Ucrania de un programa biológico en cooperación con Estados Unidos. De hecho, documentos publicados por Moscú demuestran que EE.UU. había invertido alrededor de 32 millones de dólares en los laboratorios biológicos del Ministerio de Defensa de Ucrania en las ciudades de Kiev, Odessa, Lviv y Járkov.
Ante tal situación, Moscú presentó a finales de octubre ante el Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución que pretendía crear una comisión para investigar las acusaciones contra Estados Unidos y Ucrania sobre la creación de múltiples laboratorios biológicos con fines militares. Sin embargo, el Consejo de Seguridad la rechazó.
