Los hechos ocurrieron el 24 de noviembre de 2021 en aguas del Canal de la Mancha, y según las grabaciones recogidas en el expediente judicial los servicios de rescate franceses decidieron no actuar y dejar que la precaria embarcación en la que viajaban 50 personas continuara a la deriva hacia aguas inglesas, para que fueran los guardacostas británicos quienes intervinieran.
Según consta en la investigación, esa noche los pasajeros en apuros llamaron hasta 18 veces a los servicios de rescate franceses, a la Cruz Roja e incluso al Samu, y enviaron en seis ocasiones su geolocalización, vía Whatsapp, tal y como exige el procedimiento.
La transcripción de los audios, publicada por Radio France, muestra la indiferencia de quienes atendieron las llamadas de socorro, y que en lugar de enviar una embarcación de salvamento se limitaron a informar a los servicios de rescate británicos, que tampoco actuaron, considerando que el bote a la deriva saldría pronto de aguas francesas.
Emmanuel Daoud, abogado de varias familias de las víctimas, consideró que hubo mucha negligencia por parte de los servicios de salvamento franceses y que “deliberadamente, no acudieron a socorrerlos, alegando que este barco iba a la deriva hacia aguas territoriales inglesas”.
“Llantos, gritos de angustia, llamadas, personas que están en el agua cuando llaman, qué más se necesita para decir que sus vidas están en peligro”, añadió el abogado, hay un convenio franco-británico “que obliga a cada parte a intervenir inmediatamente cuando hay una emergencia, para prestar ayuda”, dijo.