Así lo revelan los llamados «Twitter Files» («Archivos de Twitter», en español), un conjunto de correos electrónicos y otros mensajes de la operación interna de la empresa que fueron brindados por el actual titular, Elon Musk, a algunos periodistas, entre ellos Matt Taibbi, quien en el propio Twitter publicó un largo hilo exponiendo cómo se construye este control ideológico y narrativo en la plataforma.
En el caso del conflicto entre Rusia y Ucrania, el Gobierno estadounidense ha presionado a Twitter para que censure información relativa a la presencia de grupos neonazis en territorio ucraniano, abusos de derechos en la región del Donbás tanto de la Administración de Kiev como de Washington, demostró el periodista con base en comunicaciones internas de la plataforma.
Otro reporte muestra que los informes internos de Twitter, vinculados a dependencias estadounidenses de seguridad como el Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) o la Agencia Central de Inteligencia (CIA, por sus siglas en inglés), han identificado sitios informativos sobre abusos ucranianos en el Donbás, con la intención de localizar editores rusos responsables de las publicaciones.
Además, la revelación de estos documentos internos exhibe que Washington no sólo ejerce presión sobre Twitter, sino en general cualquier empresa de tecnología de alcance significativo, tales como Facebook, Verizon, Microsoft, Reddit o Pinterest.
Así, el periodista compartió que existen reportes que agrupan a periódicos, tuits o videos de YouTube, dependiente de Google, acusados de responsabilidad de impulsar narrativas antiucranianas, conforme a los criterios estadounidenses que perfilan a Rusia como el único agresor responsable en el conflicto.
«La línea entre la ‘desinformación’ y la ‘propaganda distorsionada’ es delgada. ¿Estamos conformes con tantas compañías recibiendo tantos reportes de un gobierno ‘más agresivo'», interrogó el periodista.
Los ejecutivos de Twitter, acusó Taibbi, se han visto constantemente presionados para validar teorías de influencia extranjera en la comunicación desenvuelta en la plataforma, acusación que se ven forzados a sustentar aunque no cuenten con pruebas para ello.
Como ejemplo, el periodista compartió un correo electrónico donde un analista reconoce que no encontró vínculos a Rusia en una cuenta revisada, sin embargo se propuso hacer una tormenta de ideas para encontrar los puntos de relación con el Kremlin.
Entre los objetivos de moderación de Twitter impulsados por agencias como el FBI también figuran cuentas favorables al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, o al Gobierno de Cuba.
El buró de investigaciones ha compartido directrices de seguridad no sólo con Twitter, sino también con firmas como Yahoo, Twitch, Cloudfare, LinkedIn e incluso Wikimedia.
«Este es un dilema difícil sobre el discurso. ¿Debería el gobierno tener permitido tratar de prevenir a los estadounidenses (y otros) de ver cuentas pro Maduro o antiucranianas?», cuestionó Taibbi.
49. Often intelligence came in the form of brief reports, followed by long lists of accounts simply deemed to be pro-Maduro, pro-Cuba, pro-Russia, etc. This one batch had over 1000 accounts marked for digital execution: pic.twitter.com/zkf4QdUv3E
— Matt Taibbi (@mtaibbi) December 24, 2022
