Las administraciones del expresidente de EE.UU. Donald Trump y de su sucesor, Joe Biden, ejercieron presión sobre Twitter para «elevar cierto contenido y suprimir otro contenido sobre el covid-19 y la pandemia», señaló este lunes el periodista de The Free Press David Zweig, citando unos correos electrónicos internos de la compañía.
De acuerdo con el medio, a la Administración de Trump le preocupaban las compras motivadas por el pánico en medio de la propagación del coronavirus en el país y buscó «ayuda de empresas de tecnología para combatir la desinformación».
Tras la llegada de Biden al poder, una de sus primeras reuniones con los responsables de Twitter fue dedicada al covid-19 y «cuentas de [personas] antivacunas», destacó Zweig con referencia a Lauren Culbertson, jefa de Políticas Públicas de EE.UU. en la plataforma.
Zweig recordó que en verano de 2021 Biden anunció que las redes sociales «mataban» a la gente cuando permitían que se difundiera la desinformación sobre las vacunas. Poco después, la cuenta del periodista Alex Berenson, conocido por su postura escéptica respecto a las vacunas de ARN y los confinamientos, fue bloqueada en Twitter. A continuación, Berenson demandó a la plataforma, lo que obligó a la red revelar sus comunicaciones internas. Los datos desvelados mostraron que los representantes de la Casa Blanca solicitaron que la cuenta de Berenson fuera bloqueada.
Según Zweig, la censura afectó no solo a periodistas, sino a médicos. «Muchos profesionales médicos y de salud pública que expresaron perspectivas o incluso citaron hallazgos de revistas académicas acreditadas que entraban en conflicto con posturas oficiales también fueron atacados», señaló, agregando que, «como resultado, hallazgos legítimos y preguntas sobre nuestras políticas de covid y sus consecuencias desparecieron».
De esta manera, fue etiquetada como «engañosa» una publicación del epidemiólogo Martin Kulldorff, quien escribió en marzo de 2021 en un post que las «vacunas contra la covid son importantes para personas mayores de alto riesgo y sus cuidadores». «Aquellos con la infección natural anterior no la necesitan. Ni niños», afirmó.
«Pero la declaración de Kulldorff era una opinión de experto: una que resultó estar en línea con las políticas de vacunas aplicadas en numerosos países», destacó Zweig en ese contexto. El periodista sostuvo que varios tuits fueron tachados de engañosos o eliminados «simplemente porque se desviaban de la guía de los centros para el control y prevención de enfermedades» o diferían de las opiniones de las autoridades.
«A lo largo de la pandemia, Twitter repetidamente apuntalaba que la línea oficial del Gobierno que priorizaba la mitigación de otras preocupaciones fue el mejor enfoque a la pandemia. Información que desafió este punto de vista, por ejemplo, que señaló el bajo riesgo al que se enfrentaron los niños por el virus o que planteó cuestiones sobre la seguridad o eficacia de vacuna, estaban sujetos a moderación y supresión», destacó el artículo.