Justo después de la reunión celebrada en Moscú entre los ministros de Defensa de Siria, Turquía y Rusia, a finales de diciembre pasado, Estados Unidos ha empezado a mostrar su preocupación y rechazo al proceso de acercamiento entre Damasco y Ankara y ha adoptado medidas, en el terreno, con el único objetivo de obstaculizar este acercamiento.
Sin embargo, varios indicadores demuestran que Turquía sigue con el proceso de acercamiento, entre ellos, las últimas declaraciones del ministro de Defensa, Hulusi Akar, en las que alabó el “ambiente de buenas intenciones” que prevaleció durante la reunión con su par sirio, sin olvidar el mantenimiento de encuentros de los grupos bilaterales formados tras la cita, y los preparativos para la prevista reunión entre los cancilleres de ambos países.
Medios políticos internacionales estiman que el acercamiento entre Siria y Turquía favorece a ambos países en aras de restaurar la seguridad y estabilidad y al mismo tiempo preservar los lazos de buena vecindad.
Bashar Barazi, Damasco.
Como siempre, al tío Sam no le interesa que los países hablen y lleguen a acuerdos de paz, ya que que ellos lo que quieren es dividirlos y crear conflictos para seguir vendiendo más armas (por cierto, armas caducadas, capadas o defectuosas).