Ante la guerra económica que Occidente impone a Rusia, el presidente ruso Vladimir Putin ha decidido que las estadísticas sobre la economía nacional serán secretas.
La decisión busca impedir que las potencias occidentales sean capaces de hallar los medios de afectar la economía nacional.
La Unión Europea ya ha adoptado 9 paquetes de medidas antirrusas, disposiciones que los dirigentes de Europa occidental persisten a presentar como «sanciones», aunque son medidas ilegales a la luz del Derecho Internacional.