“Hablando de vigilancia, EE.UU. es sin duda el país número uno del mundo”, ha denunciado este martes el portavoz de la Cancillería china, Wang Wenbin, en una rueda de prensa.
Wang ha remarcado que Estados Unidos debe realizar “una investigación a fondo” y explicar sobre los vuelos ilegales de sus globos sobre otros países, entre ellos China.
“Ayer ofrecimos esta información y, por lo que veo, Estados Unidos no lo ha negado completamente. Simplemente, deberían dar explicaciones”, ha apostillado sobre un informe que ofreció el lunes, en el cual aseguró que desde 1997, el Ejército de EE.UU. ha invertido miles de millones de dólares en la investigación y el desarrollo de globos de reconocimiento de gran altitud, y en 2022, el Pentágono convirtió estos globos para uso militar.
El diplomático chino ha recordado también cómo EE.UU. espiaba las llamadas y los mensajes de los teléfonos de los líderes políticos en Alemania, Francia, Noruega y Suecia, entre otros países europeos.
Asimismo, se ha referido a la manipulación que el país norteamericano llevaba a cabo en secreto en dispositivos de cifrado del fabricante suizo Crypto AG, para vigilar a países de todo el mundo. “Los dispositivos de cifrado trucados, vendidos a más de 120 países, fueron utilizados de hecho por la CIA para espiar comunicaciones secretas”, ha agregado.
En este contexto, ha resaltado que la organización de ‘hackers’ Equation, vinculada a la Agencia de Seguridad Nacional (NSA, por sus siglas en ingles) de EE.UU., lleva más de diez años realizando actividades de vigilancia y ciberataques en 45 países, incluidos China, Rusia, Reino Unido, Alemania y Países Bajos.
Con todo, Wang ha catalogado la entrada del polémico globo chino en el espacio aéreo de Estados Unidos de un accidente “inesperado y único”, llamando a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) a poner fin a sus “especulaciones nefastas contra China” y dejar de crear “enemigos imaginarios”.
Tras conocerse el 2 de febrero la noticia del aerostático en los cielos de Estados Unidos, China reconoció que era suyo, pero aseguró que no servía para espiar, sino para hacer investigaciones científicas. No obstante, Washington catalogó al globo de “espía” y dos días después lo derribó con
