De acuerdo con un comunicado del Ministerio ruso de Defensa, las maniobras de las fuerzas antiaéreas rusas en el sur y oeste del país, a unos 100 kilómetros de Moscú, la capital, incluyeron coordinación de acciones con servicios civiles y control de aviación y órganos de seguridad para eventuales emergencias.
Asimismo, estos juegos de guerra contaron con cazas del distrito militar occidental de San Petersburgo, en la región de Leningrado, así como de distritos del noroeste y la zona europea de Rusia y el enclave báltico de Kalingrado.
El fin de las maniobras coincidió con la caída un dron, cerca de una estación compresora de gas de la estatal Gazprom, en el distrito de Komala, de la provincia de Moscú, que, de acuerdo con datos preliminares, es de fabricación ucraniana.
Según el gobernador de la provincia de Moscú, Andréi Voroviov, “No hay víctimas, ni destrucción en tierra” y el desplome del avión de guerra ocurrió cerca de la población de Gubastovo.
El pasado martes, fuentes del Ministerio de Defensa denunciaron que el ejército ucraniano buscaba perpetrar una arremetida, también con drones, en la región de Krasnodar y la república de Adigueya, ambas en las costas del nordeste del mar Negro.
Autoridades habían ordenado el cierre del espacio aéreo de San Petersburgo tras la detección de un objeto volador no identificado llegado desde el golfo de Finlandia, de acuerdo con medios locales, por lo que se utilizaron varios cazas para la intercepción.
Además de estas denuncias, el mando militar ruso acusa a Washington de preparar un montaje en Ucrania con sustancias tóxicas para luego culpar a Moscú. “Ellos (Estados Unidos) esperan que en medio de los combates la comunidad internacional no pueda iniciar una investigación efectiva, como resultado de lo cual los verdaderos organizadores y perpetradores podrían escapar de la responsabilidad, mientras que la culpa se trasladaría sobre Rusia”, asegura el jefe de las Tropas de Defensa Radiológica, Química y Biológica del Ejército de Rusia, Ígor Kirílov.
La advertencia se suma a otras que el Gobierno ruso ha hecho antes y durante el conflicto con Kiev sobre que las fuerzas ucranianas, con apoyo de EE.UU., preparan operaciones con el empleo de sustancias tóxicas contra civiles para luego culpar a Rusia.
