“El periodista estadounidense ganador del premio Pulitzer [Seymour Hersh] escribió recientemente un artículo en el que afirmaba claramente que EEUU era el responsable del atentado. El comportamiento de los medios de comunicación occidentales no hace más que confirmar que tenía razón”, enfatizó Wu Fei.
El 7 de marzo, The New York Times informó que los servicios de inteligencia indicaban que un grupo proucraniano, cuyos planes no eran necesariamente conocidos en Kiev, estaba detrás de la interrupción de una importante ruta de suministro de gas ruso a Europa. Por su parte, el diario alemán Zeit escribió que las huellas del ataque a los oleoductos apuntan a Ucrania.
Asimismo, el experto subrayó que Occidente está utilizando a Ucrania como chivo expiatorio para su expansión estratégica, esto es claramente visible en el sabotaje contra los gasoductos Nord Stream.
“Al fin y al cabo, en cuanto todo el mundo empezó a acercarse a la verdad, buscaron un chivo expiatorio. No creo que esta investigación haga ruido y se siga considerando seriamente como una versión. Perturbar a esta profundidad requiere un nivel técnico muy alto que algún grupo ‘pequeño’ no puede permitirse”, expresó el experto.
Wu Fei agregó que es evidente que la explosión del gasoducto solo podía haber sido llevada a cabo conjuntamente por todo un organismo internacional y no por un solo país.
“Podemos ver que, tras la explosión, Europa guardó un abrupto silencio, o bien fingió no saber nada, o se le impidió hablar de ello. A la vista de los últimos acontecimientos, me inclino más por la segunda opción. Esta vez los medios de comunicación europeos dicen que algún grupo está detrás de la explosión. Solo tengo una pregunta, ¿cómo pudo este ‘pequeño’ grupo silenciar a toda Europa?”, concluyó Wu Fei.
El pasado septiembre, dos gasoductos rusos de exportación a Europa —Nord Stream y Nord Stream 2— explotaron a la vez. Alemania, Dinamarca y Suecia no descartaron un sabotaje selectivo. Nord Stream AG, el operador de Nord Stream, informó que las emergencias en los gasoductos no tenían precedentes y no se podía evaluar el calendario de reparaciones.
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El 31 de octubre, el presidente ruso, Vladímir Putin, afirmó que se había permitido a Gazprom inspeccionar el lugar de la explosión y que el jefe de la empresa, Alexéi Miller, le había informado de la inspección. El jefe de Estado ruso comunicó que la explosión en el gasoducto era un evidente acto terrorista.
El periodista estadounidense Hersh, ganador del premio Pulitzer, publicó su investigación sobre las explosiones de los Nord Stream el 8 de febrero, citando una fuente que afirmaba que se habían colocado artefactos explosivos bajo los gasoductos rusos en junio de 2022, al amparo del ejercicio Baltops, por buzos de la Marina estadounidense apoyados por especialistas noruegos.
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Según Hersh, la decisión de llevar a cabo la operación fue tomada por el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, tras nueve meses de conversaciones con funcionarios de la Administración y encargados de cuestiones de seguridad nacional. Posteriormente, el Pentágono declaró a Sputnik que Estados Unidos no tuvo nada que ver con el bombardeo de los gasoductos rusos el año pasado.