El secretario general de esa organización, Paul Nowak, aseguró que el ejecutivo “ha hecho la vista gorda” sobre esa realidad y calificó de terrible su abordaje de la problemática social.
De acuerdo con el TUC, el panorama empeorará si no eliminan el proyecto de huelgas, que regresará este jueves a la Cámara de los Lores y obliga a los trabajadores de sectores clave como la sanidad o el transporte a la prestación de servicios mínimos durante las protestas.
Una vez aprobada la norma, el personal que vote legalmente por las manifestaciones, también de otras esferas como educación, bomberos, seguridad fronteriza y desmantelamiento nuclear, debe acudir a su puesto laboral, bajo amenaza de despido si no cumple.
Para Nowak, el proyecto de ley coloca a los obreros y profesionales negros y las minorías étnicas en una situación de mayor vulnerabilidad y tratos injustos, sumado a una remuneración más baja que sus colegas blancos, por la realización del mismo trabajo.
Unido a ello, significó, enfrentan contratos inseguros y despidos ilegales, bajo administraciones conservadoras con “un historial terrible en la lucha contra el racismo, que decaerá si no abandonan esa disposición”.