Juventud Activa Saharaui * E.H
El Gran Marruecos es el sueño de un majzén cada vez más envalentonado ante la permisividad del Gobierno de España.
“Devolvednos Ceuta, Melilla y las Canarias” es una arenga repetida hasta la saciedad por los cabezas de gobiernos marroquíes y algunos miembros del lobby marroquí como la ex-ministra Trujillo quién defendió que «la reivindicación marroquí está plenamente justificada».
Dan soporte a la falsa marroquinidad del Sáhara, respalda por “progresistas” como Zapatero, Sanchez, Bono o Felipe Gonzalez, el mismo que en noviembre 1976 manifestó repulsa por los acuerdos de Madrid y su compromiso con el pueblo saharaui “hasta la victoria final” en un mitin en Tinduf.
Si por ellos fuese, y por desgracia es, la doctrina de Allal El-Fassi cristarizaría y su Marruecos, se extendería al Sahara, Mauritania, Ceuta, Melilla, Canarias, parte de Mali y parte de Argelia.
El tablero político europeo se ha postrado al servicio de Estados Unidos durante la guerra de Ucrania. Imponiendo sanciones contra la economía europea y encareciendo los precios, unido a la inflación.
Una Europa cada vez más estúpida, vendiendo las mil bondades, pero profundamente cínica cuando se trata de humanidad. Siempre se nos ha intentado vender, que Europa es un jardín, un jardín de derechos y humanidad.
Poco a poco cae la venda, los ciudadanos cada vez somos más conscientes, de que ese jardín que nos han vendido está construído sobre la explotación de los trabajadores, muchos de ellos migrantes y sobre el extractivismo de los recursos del Sur Global, donde nuestros políticos y empresas “amables” se muestran como lo que son en realidad, siervos del capital y aves de rapiña.
Hay temor en las palabras de Borrell cuando dice, que “la jungla podría invadir el jardín”. ¿Quién es quién? El Norte Global es la jungla, hemos invadido y generado inestabilidad en países sistemáticamente para tomar el control de sus recursos, como en el caso de Bolivia.
Jair Bolsonaro, impulsó la expansión petrolera y minera en la Amazonía. Facilitando la desregulación ambiental, promoviendo la industria extractiva en los territorios indígenas y colocando a sus poblaciones en peligro de exterminio.
La sentencia del tribunal europeo, previsiblemente expulsará a estas empresas. Será una expulsión sobre el papel. Previsiblemente continuarán su actividad, como empresas británicas. El jardín sigue comiéndose al mundo. ¿Hasta cuándo? Esa es la pregunta, se escuchan vientos cerca
