Los manifestantes exigieron que su Gobierno, uno de los principales proveedores de armamento a las autoridades de Kiev, deje de enviar equipo militar a Ucrania.
La ciudadanía de Alemania, un país con tradición cristiana significativa, suele salir a las calles en Semana Santa, y este año se proyectan movilizaciones en más de 120 ciudades del y poblados del país germano.
El cuerpo que organizó la movilización en la capital, Netzwerk Friedenskooperative («Red de cooperación para la paz», en alemán) calculó en 3.000 personas la cantidad de asistentes en Berlín.
«Estados Unidos y la OTAN, fuera de Ucrania», «Diplomacia, no armas», «Contra sanciones sin sentido, energía barata ahora», «Los tanques nunca generan paz» son algunas de las consignas expresadas en pancartas por los inconformes, además de críticas contra la dependencia de Europa ante Washington.
«Detengan el suministro de armas a Ucrania, sólo hace crecer y prolonga el conflicto», señaló uno de los portavoces, además de considerar que los intereses de seguridad de Rusia también deben ser respetados, en referencia a la expansión de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) hacia el oriente.
Una marcha similar tuvo lugar también en Múnich.
Justamente esta primera semana de abril los países miembros del bloque militar admitieron el ingreso de Suecia a la alianza, además de Finlandia, en frontera con Rusia y cuya capital, Helsinki, se encuentra a solo unos 400 kilómetros de San Petersburgo.
Los inconformes también señalaron que las sanciones impuestas por la Unión Europea contra Rusia han generado un efecto secundario negativo para la propia Alemania.
