“Estas reuniones y consultas fueron útiles y positivas. Se hizo una contribución importante. Convenimos con las partes [de las negociaciones] en la necesidad de estos esfuerzos para establecer la paz, la seguridad y la calma en la región”, destacó Akar, citado por la cadena CNN Turk.
El 25 de abril, los titulares de Defensa de Rusia, Siria, Turquía e Irán se reunieron en la capital rusa para examinar las medidas destinadas a fortalecer la seguridad de Damasco, así como normalizar los lazos turco-sirios.
Siria, en más de una ocasión, calificó de ilegítima la presencia en el territorio fronterizo sirio de las tropas turcas que lanzan operaciones contra los grupos kurdos y llamó a Turquía a retirarlas.
Las milicias kurdo-árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), de las que forman parte las milicias kurdas de las Unidades de Protección Popular (YPG, consideradas terroristas por Ankara), controlan la mayor parte de las provincias sirias de Al Hasaka y Al Raqa y ciertas poblaciones en las provincias de Alepo y Deir Ezzor, con el apoyo de los militares estadounidenses.
Para Ankara, las milicias kurdas de las YPG son una extensión del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK, proscrito en el país otomano por terrorista), mientras Damasco no reconoce a la administración autónoma del noreste de Siria.