Así lo manifestó este lunes a los periodistas cuando partió de la ciudad norteña de Auckland a Londres (capital británica) para asistir en la coronación del Rey Carlos III, que se llevará a cabo el 6 de mayo.
“Idealmente, en su momento, Nueva Zelanda se convertirá en un país totalmente independiente, se mantendrá en pie sobre sus propios pies en el mundo, como lo hacemos ahora en general”, dijo Hipkins, el líder del gobernante Partido Laborista de Nueva Zelanda.
El país océano se independizó del Reino Unido en 1947, sin embargo, mantiene al rey británico como su jefe de Estado y se quedó entre los países de la Commonwealth (Mancomunidad de Naciones), una asociación voluntaria que incluye al Reino Unido y casi todas sus antiguas colonias y dominios.
En una encuesta realizada tras la muerte de la reina Isabel II en 2022, alrededor de la mitad de los neozelandeses indicó preferir seguir siendo parte de la Commonwealth, mientras un poco más de un tercio deseaba la independencia.
Después de que la reina Isabel II falleciera el 8 de septiembre, y su hijo Carlos III de 73 años subiera al trono del Reino Unido, para ser también el jefe de Estado de Nueva Zelanada y otros 13 países, aumentaron los llamamientos para separar de la monarquía británica en diferentes naciones como Australia o los países caribeños.
Cada vez más, se oyen voces que piden el fin de dominio británico, desde dentro del territorio insular europeo —que abarca a Gran Bretaña, el noreste de la isla de Irlanda y pequeñas islas adyacentes— como fuera de esa geografía.
El monarca, también, se enfrenta las protestas contra la corona y la familia real británica dentro del Reino Unido, pues Carlos, de 74 años, llegó al trono mientras estaba ligado a varios escándalos, desde tratos con la familia de Osama bin Laden, fundador del grupo terrorista Al-Qaeda, hasta corrupción moral.