Adnan, de 44 años, uno de los dirigentes del movimiento Yihad Islámica Palestina en Cisjordania, falleció el martes en una cárcel israelí tras 86 días en huelga de hambre en protesta por su detención administrativa.
Grandes multitudes palestinos tomaron las calles para protestar contra el régimen de Israel, al que culpabilizan del fallecimiento de Adnan. Se declaró una huelga general en la Franja de Gaza y Cisjordania mientras que los grupos de Resistencia palestinos respondieron la pérdida de su destacado líder con ráfagas de misiles lanzados desde el enclave costero hacia los territorios ocupados.
Ahora, la familia de Adnan jura seguir el camino trazado por él. Su hermano mayor dijo el martes en una entrevista exclusiva con la agencia iraní de noticias Tasnim, que lo máximo que deseaba Jader fue “defender la causa palestina”.
Insistió en que el régimen de Israel tiene responsabilidad total y directa por la muerte de Jader por “rechazar las solicitudes para liberarlo, negarle la atención médica durante el arresto, y torturarlo”. “El régimen de ocupación ni siquiera lo enjuició, solo ganó tiempo para que falleciera, por lo que tiene toda responsabilidad por su muerte”, dijo.
Por su parte, Abdulrahman, el hijo mayor de Jader, dijo que anhela seguir el camino de su padre, destruir a Israel y “liberar Palestina”.
Llamó además a todo el pueblo palestino a “tomar las armas y luchar hasta la última gota de sangre” contra la ocupación.
El Gobierno palestino calificó la muerte de Adnan de un “asesinato deliberado” y exigió la liberación inmediata de todos los presos palestinos, especialmente los enfermos, mujeres y niños, muchos de ellos detenidos sin juicio o cargos.
Los palestinos aseguran que la muerte de Adnan intensifica la resistencia contra Israel. La Yihad Islámica avisa que “la Resistencia tiene todas las opciones sobre la mesa” para vengar la muerte de su dirigente, asegurando que los grupos palestinos “están completamente preparados para responder”.
