De acuerdo con un reporte de The Hill, el transporte procedente de Del Río, una ciudad del sur de Texas, dejó a los indocumentados en horas de la noche del domingo frente al Observatorio Naval, donde reside la vicemandataria. Desde la pasada semana, tras expirar el Título 42 -la política de la era de la pandemia que permitía a los funcionarios expulsar a los solicitantes de asilo en la frontera-, Texas ha estado enviando personas a este punto, actual residencia de Harris.
Abbott tuiteó que desde su estado se transportaron en autobús a más de 17 mil personas a las llamadas «ciudades santuario», de los cuales más de nueve mil 200 fueron a Washington.
Esta no es la primera vez que el gobernador republicano envía ómnibus llenos de inmigrantes a la residencia de Harris en D.C., anteriormente lo hizo en septiembre pasado y en la víspera de Navidad.
Alejandro Mayorkas, secretario de Seguridad Nacional, criticó este programa de transporte la semana pasada y dijo que es un “día triste y trágico cuando un funcionario del gobierno usa a los migrantes como un peón con fines políticos”.
La acción de Abbott le ha generado críticas de los demócratas y de funcionarios locales, incluidos los alcaldes de la ciudad de Nueva York, Chicago y Washington.
Lori Lightfoot, la alcaldesa de Chicago instó al republicano, a que no enviara más inmigrantes a su ciudad y reiteró que “no tienen más refugios, espacios o recursos” para atender otra avalancha de personas.