El ruido que suscita en Occidente, sobre todo en EE.UU., las relaciones entre Rusia y China sirve para estimular la cooperación estratégica entre Moscú y Pekín, señaló este miércoles el diario estatal chino Global Times en un editorial que hace balance de la visita del primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, al gigante asiático.
“La resiliencia de la cooperación ruso-china se ha fortalecido significativamente contra la interferencia, mientras el ruido, generado por EE.UU. y los países occidentales, sirve como motivación inversa para seguir avanzando“, resalta el periódico, que evoca “las acciones prácticas” con las que ambos países enriquecen el contenido de su partenariado.
Paralelamente, el editorial destaca que el intercambio ruso-chino no va dirigido contra terceros, ni tampoco está sujeto a la interferencia o la coerción por parte de otros jugadores internacionales. De hecho, subraya el diario, Pekín se guía por este principio no solo en su diálogo con Rusia, sino con todos los países, incluidos los europeos.
En esta línea, se señala que la “rica” práctica de colaboración mutua pone de manifiesto que “cuando la confianza política mutua entre los dos países alcanza un cierto nivel, el mundo, de repente, se vuelve más abierto“.
El diario enfatiza que este enfoque representa “la esencia del nuevo tipo de relaciones” entre las dos naciones, por lo que le sugiere a Washington que “lo tome en serio”, porque su “estrechez de miras no puede dar cabida a China ni a Rusia, lo que hace que incluso el vasto océano Pacífico parezca estrecho”.
Paralelamente, el texto sostiene que los medios occidentales se ponen “nerviosos” ante el fortalecimiento de los lazos ruso-chinos, lo que se refleja en su cobertura, que se reduce bien a la narrativa de que Pekín y Moscú “unen fuerzas para resistir a Occidente” o bien a la invocación de “vieja melodía” sobre la supuesta dependencia rusa de China.
Las raíces de esta actitud provienen de “impulsos hegemónicos incontrolables” de EE.UU. y del temor de Washington a “‘la alianza Rusia-China'” que es su “mayor pesadilla geopolítica“, sintetiza Global Times.
