Al intervenir este lunes ante el contingente de militares rusos desplegados en Tayikistán, el ministro de Asuntos Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, manifestó que aparte del conflicto en Ucrania, Occidente busca abrir nuevos frentes contra Moscú, incluida la región de Asia Central.
«Es significativo el que, tras soltarle la correa al régimen ucraniano y seguir bombeándolo con las armas más modernas, Occidente busca constantemente direcciones adiciones desde las cuales se pueda ‘irritar’ a Rusia, abrir un ‘segundo’ y un ‘tercer’ frente. Ya muchos politólogos y políticos hablan directamente sobre el objetivo de desmembrar a Rusia», remarcó el canciller.
En esa línea, señaló que entre los frentes que se pretende a abrir está no solo la región de Transcaucasia, sino Asia Central. El ministro mencionó en particular la situación en Afganistán, donde ocurren «acontecimientos difíciles tras la huida de la coalición [de la OTAN, encabezada por EE.UU.]», que fue incapaz de aportar algo «constructivo» a ese país y optó por dejarlo bajo estado de «amenaza creciente del terrorismo».
«Se sabe con certeza», enfatizó Lavrov, que Washington apoya «activamente» al Estado Islámico, a Al-Qaeda y otras organizaciones terroristas que siguen presentes en suelo afgano. «El objetivo es simple: […] no dejar que Afganistán se calme. A EE.UU. le interesa que haya allí algún tipo de proceso desestabilizador en marcha todo el tiempo», dijo.
En referencia al conflicto ucraniano, el jefe de la diplomacia rusa afirmó que Moscú tiene en cuenta que una de las modificaciones que se hacen en los cazas F-16, cuyo suministro espera Kiev, es para que puedan portar armas nucleares. «Se están preparando para continuar la escalada de la guerra que se ha librado contra nosotros», sintetizó.
Asimismo, destacó que Washington «ha alimentado» a las actuales autoridades de Kiev para garantizar que Ucrania nunca más esté del lado de Rusia. «No nos cabe duda de que esos planes nunca se harán realidad», enfatizó.
Por otra parte, resaltó que Moscú «ha llegado a la determinación» de no seguir «nunca» las reglas dictadas por Washington, que está perdiendo «progresivamente» su papel a nivel mundial. En lugar de eso, Rusia aboga por el avance de acuerdos como el BRICS o la Organización de Cooperación de Shanghái, al tiempo que apuesta por su cooperación con África y América Latina.