Japón ha comenzado a llenar de agua de mar el túnel que servirá para liberar al océano aguas residuales con sustancias radioactivas como el tritio procedentes de la central nuclear Fukushima-1, reportó el martes NHK.
Tokyo Electric Power Co. (TEPCO), operadora de la planta, inició las acciones el lunes e informó que el túnel submarino ya cuenta con 6.000 toneladas de agua de mar. Cuando esté lleno, el conducto guiará el agua tratada desde la central hasta un punto situado a un kilómetro de la costa del país.
Las pruebas de funcionamiento del proyecto comenzaron esta semana y se consideran parte del plan formal para deshacerse de las aguas acumuladas en la planta nuclear desde el tsunami de 2011, que destruyó tres reactores.
El sistema de descarga de agua está por terminar, a excepción de un depósito que almacenará el agua tratada antes de su salida. La empresa tiene previsto concluir todas las obras a finales de este mes.
Por su parte, el Gobierno chino ha denunciado el plan de descarga de aguas contaminadas al mar ante el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), argumentando que el proyecto no es un asunto doméstico, sino que influye en los ecosistemas marinos y la salud pública global.
Mientras, la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, María Zajárova, también se pronunció al respecto. «No culpamos a Tokio de nada, pero le instamos a que sea lo más transparente posible e informe de todas las acciones que pueden suponer una amenaza radiológica», afirmó, citada por RIA Novosti.
Desde 2021, cuando Japón anunció las regulaciones para verter agua contaminada al mar, se han realizado estudios e investigaciones junto al Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), pero el malestar de algunos sectores dentro y fuera del país sigue vigente.
Anteriormente, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Wang Wenbin, aseguró que «los desechos de aguas contaminadas del accidente nuclear en Fukushima tienen consecuencias en la seguridad ecológica y ambiental en la región Asia-Pacífico y a lo largo del mundo».
Bajo la misma línea, el director general del Departamento de Control de Armas del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Sun Xiaobo, recientemente calificó este plan como un riesgo para toda la humanidad, pues los componentes radiactivos se esparcirán en gran parte del océano Pacífico, y en un lapso de 10 años en las aguas alrededor del mundo.
Son más de un millón de toneladas de agua que se acumulan en los tanques de la central nuclear y diariamente se producen 130 toneladas de líquido contaminado.