Los observadores militares alemanes, al comentar el vídeo divulgado por el Ministerio de Defensa de Rusia, atribuyen el fracaso del equipo germano a un camuflaje incorrecto.
“Mientras algunos se sorprenden por el camuflaje desértico del sistema alemán IRIS-T, Rusia lo vio y lo golpeó con un dron kamikaze Lancet en el bosque ucraniano… Parece que Alemania, Ucrania y Diehl BGT Defence [el fabricante] no tuvieron tiempo de repintarlo antes de suministrarlo”, escribió Repke en Twitter.
El sistema de misiles tierra-aire IRIS-T SLM, de fabricación alemana, está en servicio en el Ejército ucraniano desde el octubre de 2022, cuando el aliado germano de Ucrania entregara el primer SLM IRIS-T a ese país.
El IRIS-T SLM utiliza la versión de misiles aire-aire de alcance extendido. Su característica distintiva es una ojiva guiada por infrarrojos, que proporciona precisión de seguimiento e insensibilidad a las últimas contramedidas térmicas utilizadas por los aviones modernos para defenderse de estas armas. El IRIS-T SLM tiene un alcance de lanzamiento de 40 kilómetros y una altitud de vuelo de 20 kilómetros.
A su vez, “el responsable” —dron-kamikaze ruso Lancet— fue desarrollado por ZALA Aero Group, una empresa de defensa con sede en la ciudad rusa de Izhevsk, una filial del Consorcio Kalashnikov.
Este dron es capaz de alcanzar objetivos a varias decenas de kilómetros de distancia. La versión Lancet-3, utilizada durante el ataque, pesa 12 kilos, tiene un alcance máximo de vuelo de entre 40 y 70 kilómetros, un tiempo de vuelo de 60 minutos, una velocidad de crucero de 80-110 kilómetros por hora, una carga útil de entre tres y cinco kilos y un sistema único en el mundo que le permite acelerar hasta 300 kilómetros por hora mientras se sumerge sobre sus objetivos.
Los objetivos típicos de estos drones a menudo son los obuses, sistemas antiaéreos, radares, drones, puestos de mando y observación, y acumulaciones de las tropas enemigas.