Vladímir Saldo, gobernador interino local de la región de Jersón, al sur de Ucrania y controlada por Rusia, Vladímir Saldo, ha denunciado este sábado que los “criminales de guerra” han reanudado los ataques a los campos de refugiados en Arabat, a las 5:00 de la mañana (hora local).
Los bombardeos, agrega Saldo, presuntamente con misiles Storm Shadow suministrados por el Reino Unido a Ucrania, han causado la muerte de una mujer, quien perdió su vivienda tras el derrumbamiento de la represa de Nova Kajovka, en un ataque ucraniano, según asegura Moscú.
Ha advertido que Kiev continúa bombardeando la localidad de Zhelezny Port, también en Jersón, donde un hotel fue destruido. El gobernador interino de Jersón ha fustigado al Occidente por suministrar armas a Kiev a fin de promover supuestamente “la paz”, mientras que los armamentos se usan para asesinar a los civiles, denuncia.
El viernes también una persona murió y otra resultó herida tras un ataque ucraniano contra un campamento infantil en la misma provincia.
“Es una nueva confirmación de la barbarie y la inhumanidad del régimen de Kiev, controlada desde Londres: restos del misil Storm Shadow dirigido contra el campamento infantil Dnepryany”, ha escrito Saldo en su cuenta de Telegram.
La presa Kajovka fue destruida el martes tras una serie de explosiones, por la que Tanto Kiev, como Moscú, se acusan mutuamente.
Alrededor de 600 km² de Jersón quedan sumergidos en agua por las inundaciones causadas como resultado de la destrucción de la presa y más de 14 000 viviendas en 15 localidades de la provincia han sido dañadas, lo que ha causado la evacuación de 4500 personas.
Rusia, que calificó el incidente como un “acto terrorista”, llamó a una investigación internacional al respecto, y culpó también a Estados Unidos de la catástrofe.
En este sentido, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zarjárova, denunció que Kiev usó sistemas de misiles de largo alcance HIMARS, de fabricación estadounidense, para dañar la presa.