La postura se da luego de las informaciones que indican que el Servicio Secreto de Inteligencia del Reino Unido, el MI6, prepara una unidad de sabotaje de combatientes ucranianos para impedir la cooperación entre Rusia y algunos países africanos.
En ese sentido, Zajárova afirmó que el Gobierno de Putin está al tanto y toma nota de las intenciones británicas de utilizar “marionetas ucranianas” para realizar labores en otras regiones del mundo.
“A juzgar por el esquema ya elaborado, el nexo entre la OTAN y Ucrania aumenta artificialmente el potencial de conflicto en África. Al mismo tiempo, africanos y ucranianos pagarán por la realización de las ambiciones de los neocolonialistas del Reino Unido”, señaló.
“Dado que el MI6, dirigido por Richard Moore, se ha jactado abiertamente de su participación en la planificación y ejecución de atentados terroristas del régimen de Kiev contra nuestro país, tomamos nota de las intenciones de las autoridades británicas de utilizar marionetas ucranianas para llevar a cabo tareas también en otras regiones del mundo, especialmente cuando se ve amenazada la que parece ser una influencia inquebrantable de Londres en las antiguas colonias”, dijo la portavoz rusa.
Una fuente militar-diplomática reveló el 16 de agosto que el MI6 estaba preparando una unidad de sabotaje de 100 combatientes ucranianos que sería enviada a África para contrarrestar la cooperación entre Rusia y ese continente.
La unidad se encargaría del “sabotaje de infraestructuras en países africanos, así como de la eliminación de líderes africanos orientados a la cooperación con Rusia”, dijo la fuente.
Está previsto que la unidad sea enviada a África en “un barco civil fletado desde el puerto [ucraniano] de Izmail hasta la ciudad [sudanesa] de Omdurman durante la segunda quincena de agosto” y estará dirigida por el teniente coronel Vitaliy Prashchuk, oficial de la Dirección Principal de Inteligencia del Ministerio de Defensa de Ucrania, que tiene experiencia en “liquidaciones con éxito” y participó en operaciones del MI6 en Zimbabue, de acuerdo con la información obtenida por medios rusos.
“[El Reino Unido] sigue aferrándose desesperadamente a su legado colonial y busca con todas sus fuerzas mantener la dependencia de los países del continente”, consideró la vocera de la Cancillería de Rusia.
“Los británicos no están dispuestos a hablar con ellos [los africanos] en términos de igualdad y consideran posible, como antes, interferir en sus asuntos internos”, afirmó.
De igual modo, dijo que Kiev “solo necesita dinero” y que los soldados ucranianos “aparentemente sirven como una especie de pago de Ucrania por la ayuda militar de Occidente”.
