Los intentos de los países occidentales de “cancelar” la cultura rusa con las “llamadas sanciones” han fracasado y estaban condenados al fracaso desde el principio. Así lo afirmó el viernes el presidente ruso, Vladímir Putin, durante su intervención en una sesión plenaria del Foro de las Culturas Unidas, actualmente reunido en San Petersburgo.
Entretanto, remarcó, la mayoría de la gente del mundo moderno extrae conocimientos sobre el pasado a partir de los libros, el cine, el teatro, la pintura, la música. “La verdad sobre la historia, sobre las páginas más difíciles del pasado, la dan, por supuesto, las obras maestras de la cultura mundial”, dijo el presidente. En contraste, añadió, hoy los países occidentales se dedican a “falsificar la historia” y distorsionan el pasado para servir a sus intereses, tratando de “borrar” todo lo que no les gusta. “Por eso mienten y fabrican falsedades en el cine, en la publicidad y en la literatura”, afirmó.
“Se silencian capas enteras de la historia, del arte de Europa Occidental, Asia, África, América Latina, como si no hubiera nada, y últimamente se intenta cancelar nuestra cultura [rusa] en general”, subrayó el presidente. Sin embargo, por definición, es imposible cancelar “la cultura, que se basa en la verdadera libertad y misericordia, en el amor al ser humano, en la espiritualidad”, opinó el líder ruso. Según sostuvo, “la política de cancelación de Rusia es, en sí misma, inherentemente anticultural, neocolonial y racista en su esencia”.
“A pesar de todas las prohibiciones y sanciones, el arte sigue sin conocer fronteras”, lo cual “siempre ha sido así, es así y será así”, especialmente en la era del rápido progreso tecnológico, dijo Putin. En ese orden, mencionó como ejemplo el enorme interés por el Concurso Chaikovski, cuya audiencia online ha superado los 50 millones de personas. “En el mundo actual es imposible, sencillamente imposible, cancelar cosas así. Es extraño que la gente que lo intenta no se dé cuenta”, agregó.
Además, el presidente detalló que de esos 50 millones, una gran mitad son personas residentes en Europa, “que no quieren que alguien decida por ellos qué música escuchar, qué ver y qué leer”.
La diversidad cultural es “el mayor bien” y la interacción de culturas es una de las condiciones para un desarrollo estable y pacífico, subrayó el mandatario. En su opinión, una de las principales razones de las actuales tensiones en el mundo son “las pretensiones de exclusividad de ciertas fuerzas”, así como el desprecio por otras culturas. Esta “globalización vulgar” y esta expansión cultural conducen a una “multiplicación de las posibilidades de conflicto” y a la supresión de las culturas individuales, señaló.
“Estamos convencidos: el futuro está en el desarrollo libre, matrilineal y diverso de las culturas, en el diálogo más amplio de las comunidades humanas del mundo multipolar que nace hoy. […] Creemos en la aspiración de las personas creativas e ilustradas de construir un mundo justo, sostenible y seguro. Creemos que se trata de un empeño sincero por mejorar la situación del mundo”, declaró el presidente.
