Las Fuerzas Armadas de Siria, con apoyo aéreo ruso, bombardearon y destruyeron hoy decenas de sedes y depósitos de armas y municiones de los grupos radicales en el este y noroeste de esta nación levantina.
De acuerdo a lo publicado por el Ministerio de Defensa de esta nación árabe, los uniformados sirios devastaron con artillería y cohetes vehículos bélicos, cuarteles generales, almacenes y plataformas para lanzar drones, en la provincia septentrional de Idlib.
El ente castrense aclaró que los operativos se efectuaron con apoyo de la Fuerza Aeroespacial de Rusia que opera en Siria desde 2015 a solicitud del gobierno de esta nación.
Confirmó que decenas de radicales fueron eliminados, algunos de nacionalidades extranjeras, mientras se interceptaron dos drones con los que pretendían atacar a comunidades civiles.
Asimismo, cazas sirios y rusos lanzaron incursiones contra posiciones fortificadas y cuevas donde se atrincheran terroristas del grupo Estado Islámico, Daesh en árabe, inscrito en la lista del terrorismo internacional.
Los operativos tuvieron lugar en la vasta región desértica de Al-Badieh en el centro y este del país, desde donde los radicales lanzan ataques contra el ejército sirio.
Oficiales rusos y sirios de alto rango informaron recientemente que las fuerzas armadas conjuntas bombardearon y destruyeron mil 125 objetivos de los grupos terroristas en Idlib.
Explicaron que estos operativos fueron en respuesta al ataque con drones contra una ceremonia de graduación de cadetes de la Academia Militar en la provincia siria de Homs, el 5 de octubre pasado.
Mientras en Al-Badieh, se incrementan los ataques de Daesh cuyos integrantes, según denuncias de Damasco, reciben apoyo logístico, protección e información de inteligencia por parte de los militares norteamericanos en la zona de Tanef, en el este del país.
Según analistas, el Daesh recurre, desde su derrota en 2018, a la guerra de pandillas y ataca apoyado en claras instrucciones de inteligencia para desgastar a las tropas sirias y sus aliados.
Siria enfrenta una guerra impuesta desde 2011, y aunque su ejército, con el apoyo de sus aliados Rusia e Irán, liberó la mayor parte del territorio nacional de los radicales, ocurren algunos ataques que Damasco atribuye a grupos apoyados desde el exterior para seguir desestabilizando al país.