Dos convoyes repletos de petróleo y cereales robados por Estados Unidos, salieron ilegalmente de Siria rumbo a las bases militares estadounidenses en Irak, denunció el domingo la agencia siria de noticias SANA.
Las fuerzas de ocupación estadounidenses en partes del norte y noreste de Siria, bajo el pretexto de apoyar a las fuerzas kurdas y a la Administración Autónoma frente a la organización terrorista “ISIS”, están practicando el saqueo sistemático de enormes cantidades de crudo sirio (y sus derivados), en el marco de lo que se afirma que es un “acuerdo legítimo” entre una empresa estadounidense especializada y la Administración Autónoma Kurda.
Dirigentes campesinos de la localidad de Yarubieh, cerca de la frontera nororiental con Iraq, denunciaron que un convoy de militares estadounidenses conformado por 40 camiones cisterna cargados con petróleo saqueado de los campos petroleros sirios, salió durante las últimas horas a través del cruce ilegal de Mahmoudiya, en dirección a las bases de EEUU en territorio iraquí.
Otra caravana de 55 camiones cargados de trigo y cebada y varios tanques cargados de petróleo, salió también desde Al-Yarubiyah hacia territorio vecino a través del cruce ilegal de Al-Walid.
Años de robo sistemático
El gobierno sirio informó que “las fuerzas estadounidenses y sus mercenarios roban alrededor de 66 mil barriles por día del área que ocupan en el Este de Siria”, incluida la empresa británica “Golf Sands”, que está trabajando en el campo de la investigación y extracción de petróleo.
Son años de robo sistemático de petróleo, gas y trigo sirios, y de venderlos a través de intermediarios a través del norte de Irak y del sur de Turquía con cifras financieras e importaciones astronómicas de las que se privó al pueblo sirio.
La cancillería siria denunció recientemente la intensificación del saqueo y contrabando de las riquezas naturales del país, en particular el petróleo, por parte del ocupante norteamericano y consideró estas acciones como bandolerismo que viola el derecho internacional, empobrece al pueblo sirio y prolonga su sufrimiento.
Asimismo, la cancillería exigió a la administración estadounidense que deje de jugar el rol de piratas y bandidos, detenga este saqueo y pague una compensación al pueblo sirio.
Las grandes cantidades de petróleo sirio saqueado, que se venden en Irak o Turquía, revelan que la actual administración estadounidense, como antes, depende en gran medida de la explotación y el robo de petróleo sirio, para apoyar a los grupos asociados con ella.
Las fuerzas estadounidenses que ocupan ilegalmente una parte de Siria persisten en la implementación de su plan sistemático para agotar y saquear las riquezas nacionales sirias en las zonas que ocupa en el nordeste del país.
Según datos oficiales, los actos de saqueo de las riquezas por parte de Washington y sus mercenarios locales ocasionaron pérdidas estimadas en casi 111 mil millones de dólares estadounidenses a Siria.
Este año, las fuerzas de ocupación estadounidenses continuaron robando petróleo sirio, robando un nuevo lote de petróleo sirio de los campos sirios de Al-Jazeera y transportándolo a sus bases en Irak.
Estas operaciones estadounidenses son una agresión directa contra la soberanía siria y las riquezas y recursos que pertenecen al pueblo sirio. Completa el bloqueo impuesto a Siria hace varios años en el marco de la llamada “Ley César”, que ha provocado grandes sufrimientos al pueblo sirio a varios niveles.
Siria producía antes de la guerra, en 2011, más de 380 mil barriles diarios de crudo, pero esta cifra se redujo a solo 80 mil, 66 mil de los cuales son saqueados por las tropas norteamericanas y las FDS.
Ocupación imperialista
Además de entrenar a los mercenarios, las fuerzas estadounidenses que ocupan parte del territorio sirio han participado en el saqueo de campos e instalaciones petroleras en la región del Éufrates. Las empresas militares privadas estadounidenses, eufemismo para disfrazar la profesión de mercenarios, han aumentado su personal y su número en Siria supera los 3 mil 500.
Los grupos terroristas organizaron la producción y venta de petróleo sirio de los campos petrolíferos de Konak, Omar y Tanak, situados al este del Éufrates, en un plan criminal destinado a saquear la riqueza nacional siria; las ganancias de estos robos se gastaron en apoyar a los mercernarios y sobornar a jeques tribales árabes contra el gobierno sirio.
Las provincias del Este de Siria, incluidas Deir ez-Zor, Al-Hasakah y Raqqa, son territorios donde se asentados bases militares de Estados Unidos y Turquía, principalmente. Las bases estadounidenses están ubicadas 17 en Al-Hasakah, al nororiente; 9 en Deir ez-Zor, al noroccidente; 1 en Raqqa; 1 en Damasco Rural; 1 en Homs y 1 en Alepo.
La “historia” del saqueo organizado y declarado por parte de Estados Unidos del petróleo sirio comenzó en la segunda mitad de 2020, bajo la presidencia de Donald Trump, cuando la Administración Autónoma del noreste de Siria, controlado por los kurdos.
De hecho, también ha habido saqueos semiorganizados por parte de Estados Unidos desde que ISIS y otros grupos armados creados y financiados por los servicios de inteligencia de ese país, ocuparon algunas áreas y ricos campos petroleros en el norte y el este de Siria en particular, entre 2015 y 2019.
La Administración Autónoma kurda llegó a un acuerdo renovable de 25 años con Delta Crescent LLC, una empresa estadounidense, para desarrollar yacimientos petrolíferos. El acuerdo cubre los campos petrolíferos de Rmeilan, en el extremo noreste de Siria. Estados Unidos también se ha comprometido a proporcionar dos refinerías.
Los pozos en el área de Rmeilan se estiman en más de 1,300, además de la presencia de un número limitado de campos de gas en la misma área. El acuerdo otorga a la compañía estadounidense el derecho a modernizar los pozos petroleros en las zonas controladas por los kurdos, al Este del Éufrates.
Robo entre ladrones
El Gobierno de Siria denunció que “es un robo entre ladrones que roban y ladrones que compran” y constituye un asalto a la soberanía siria. Pero la Administración Autónoma Kurda y los mercenarios de Estados Unidos llamados “Fuerzas Democráticas Sirias” (FDS), continuaron con el saqueo de las riquezas sirias.
Siria producía unos 380 mil barriles de petróleo al día antes de la guerra. Sin embargo, tras el robo del petróleo sirio por parte de Estados Unidos, la economía siria se vio dañada y comenzó a importar petróleo y sus derivados para satisfacer sus necesidades básicas.
El consejero delegado de la compañía británica, John Bell, en un comunicado publicado en la web “Energy Voice”, ha revelado una pequeña parte de las cantidades de petróleo robadas por los mercenarios de las FDS en la zona en el noreste de Siria donde operaba la empresa antes de la guerra contra el terrorismo, llamada “Bloque 26”.
“Las FDS han estado produciendo unos 20. 000 barriles diarios desde 2017 desde el Bloque 26, lo que significa que han producido más de 41 millones de barriles de petróleo de forma ilegal, a un precio de 70 dólares por barril, con un valor total aproximado de 2 mil 900 millones de dólares solo del Bloque 26”, dijo Bell.
Los hechos documentados demuestran que Estados Unidos ha estado cometiendo, durante años, un crimen persistente contra el pueblo y el Estado sirios, relacionado con la ocupación de grandes áreas y muchos campos petrolíferos, que son un importante salvavidas para los sirios, especialmente en la fase de posguerra y después del reciente terremoto devastador (febrero de 2023), y el recrudecimiento del injusto bloqueo estadounidense en el marco de la llamada “Ley César para proteger a los civiles en Siria”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores sirio reveló el valor de las pérdidas directas de los ataques de las fuerzas estadounidenses en su territorio, explicando que ascienden a 25.900 millones de dólares.
Siria pidió a las Naciones Unidas que tomen medidas urgentes para detener las violaciones del derecho internacional cometidas por Estados Unidos, garantizar una compensación para ellas y poner fin a la presencia de las fuerzas estadounidenses en Siria. También pidió la devolución de los yacimientos de petróleo y gas controlados por las fuerzas estadounidenses al Estado sirio, y el levantamiento inmediato e incondicional de las medidas coercitivas, con el fin de mejorar la situación humanitaria y proporcionar las condiciones adecuadas para el retorno voluntario, seguro y digno de los migrantes y refugiados.
